domingo, 31 de diciembre de 2017

LIBERTAD FILOSÓFICA Y LIBERTAD POLITICA



La vida del espíritu se puede considerar la obra cumbre de H. Arendt. Se trata de un libro escrito con ocasión de las Gifford Lectures  a las que fue invitada en Aberdeen a comienzos de los años 70. Mientras estaba impartiendo la segunda serie de conferencias que forman el capítulo dedicado a la voluntad sufrió un ataque al corazón. Afortunadamente el texto estaba entero y así se pudo publicar a su muerte ocurrida de manera sorpresiva en 1975. Nos quedamos sin la tercera parte del libro que pensaba dedicar al juicio.

lunes, 25 de diciembre de 2017

DIOS O NATURALEZA

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“Cuanto más conocemos las cosas singulares, más conocemos a Dios”
Spinoza. Ética V, prop. 24.

José Pedrosa es uno de esos pacientes que ansían saber y cuya curiosidad no tiene cura. Como todos nosotros, anhela lo que no tiene: Sabiduría. Pero la busca, y estos que la cortejan son los menos. La mayoría se conforma con ficciones confortables. Ingeniero de profesión, ya jubilado, tuve la suerte de ser su tutor cuando cursaba en la UNED su grado de Filosofía. Participó en una de las sesiones memorables de la Quinta del Mochuelo, en la que se retrató con el grupo, esa tarde andaba por allí el muy publicado filósofo José Luis Villacañas.

El caso es que José Pedrosa  ha tenido a bien regalarme con afecto su trabajo sobre La cuestión religiosa en Spinoza y yo me lo he zampado de cabo a rabo, como se suele decir, con lápiz en la mano, esta excelente síntesis del pensamiento del sefardita holandés.

domingo, 17 de diciembre de 2017

La teoría da la realidad en "Sobre la esencia".


Zubiri siempre pensó que una teoría de la realidad y una teoría de la intelección no eran sino perspectivas diferentes y necesarias del problema metafísico nuclear: la realidad como fundamento de todo. Encontró profundamente erróneo el principio fundamental de la filosofía moderna, esto es, que no es posible dar cuenta de lo real sin antes justificar la posibilidad del conocimiento, pero tampoco aceptó el llamado realismo ingenuo, que concede prioridad a la realidad sobre el saber. Idealismo y realismo ingenuo habían sido los dos errores entre los que había oscilado la historia de la filosofía. Zubiri pretendió corregirlos abriendo una nueva vía cimentada en un principio básico: no hay prioridad intrínseca del saber sobre la realidad ni de la realidad sobre el saber. “El saber y la realidad son en su misma raíz estricta y rigurosamente congéneres” (IRE. 10). La relación entre realidad e inteligencia es constitutiva porque no hay realidad independiente de la intelección humana (realidad como formalidad, en el sentido que expuse aquí), ni el hombre puede constituirse como tal aislado de la realidad: lo exterior al sujeto no es un “añadido” suyo, sino que es constitutivo de su estructura ontológica.

domingo, 3 de diciembre de 2017

AUTOEXHIBICIÓN Y AUTOPRESENTACIÓN



Ana Azanza


La vida del espíritu de Hannah Arendt se inicia con las conferencias Gifford que pronunció en 1973 en la universidad de Aberdeen. Trata sobre el pensamiento y en ellas se mide con todos los grandes: Kant, Platón, Agustín, Hegel además de inspirarse en poetas antiguos y modernos que le sirven de estímulo e ilustración de sus reflexiones.

domingo, 12 de noviembre de 2017

UNA EDUCACIÓN IDEALISTA



Ignoraba que un famoso filósofo comenzó su vida “útil” pastoreando gansos pues había nacido en una familia pobre. Pero desde niño manifestó una deslumbrante capacidad para aprenderse los sermones del párroco de memoria, así fue como se ganó la confianza del aristócrata del lugar que decidió facilitarle estudios en el seminario de Schulpforta.

jueves, 2 de noviembre de 2017

BUEN HUMOR


A finales del siglo pasado Faustino sostenía un vaso de vino en una mano y una sonrisa en los labios, y en la palabra que los atravesaba,  volaba lo siguiente: que el giro más importante sufrido por la vida pública española en los últimos tiempos es el viraje hacia el mal humor.

Es una lástima que los comunicadores y los líderes se sacudan con la badana dialéctica mientras ponen cara de pimiento y gesto de acritud, o que los intelectuales moralicen contra la franca risa del pueblo, ¡los muy desaboridos! "Niños -parecen sermonearnos- no sólo hay que ser buenos, además hay que ser serios". Lo que les pasa es que se enrabian, y con motivos, porque el pueblo no lee más que las noticias deportivas, las lecturas de los sonadísimos bodorrios de "Er mundo cañí" (famosa revista de corazón de cabrito), las programaciones de la tele y los eructos, gruñidos, suspiros y frasecillas punteadas con corazoncitos y carillas sonrientes del guasap.

En verdad hay una risa cruel y otra falsa y enlatada, una benevolente y compasiva, ligera como el espíritu de los buenos vinos, que revela tolerancia y cordura, y otra pesada que delata la necedad del simple o del chistoso ese, maestro de la chocarrería, elevado por una ola efímera, entre payaso y demente, que expone en sí, a la burla pública, a la perplejidad colectiva, el factor común del atraso cultural, la memez nacional o el resentimiento de los mediocres.

El humor es, sin embargo, un deber racional indispensable, un paraguas para el temporal, un paracaídas para los ineludibles batacazos de la vida. El buen humor es el mejor de los conjuros contra el peor de los consejeros: el Miedo, gran sofista generador de obsesiones y prejuicios. 

Únicamente el humor hace soportable el insufrible peso de la autoridad, especialmente cuando ésta se pasa de rosca. O sea, casi siempre. Sólo son buenos maestros quienes, alguna vez, entre dos verdades, saben hacer reír, que es como situar el espíritu por encima de la presuntuosa pretensión de nuestro entendimiento, cuyo contenido siempre consiste en medias verdades, todo lo más medio y mitad de cuarto, o tres cuartos, con suerte y a lo sumo...

- ¡Pero no me ponga usted más gramos de verdad, y cuénteme una mentira graciosa!

Mi colega José L. Suárez de esto sabía un rato. Cita en su libro sobre Filosofía y Humor (el guiño de la lechuza) una sentencia en que Nietzsche proclama saber por qué el hombre es el único animal que ríe: Porque sufre tan profundamente que ha tenido que inventar la risa. La risa, que es expresión sincera de la alegría, la alegría que es la moneda contante y sonante de la felicidad. 

Nietzsche hizo mucho por rehabilitar la legendaria jovialidad griega, la aceptación jovial de los placeres y hasta de los dolores de la vida, y parece que incluso se contentó con los últimos, pues su vida solitaria de errabundo enfermizo no fue precisamente un charlestón.

Pero mejor que la carcajada sarcástica y estrafalaria del Zaratustra, es la ironía desenfadada y benevolente de Ramón, nuestro Ramón. Decía Gómez de la Serna que el humorismo no es cinismo, aunque tenga, no obstante, ese dejo de amargura del que cree que todo es un poco inútil. El cadáver de Ramón reposa junto a los restos mortales de Larra, para que a éste le sea imposible suicidarse otra vez ante la Incomprensión Suprema.

Y es que una sonrisa siempre sirve de reclamo para cazar el pájaro sabroso de la esperanza, como el canto de La Codorniz inocente (aquella revista de humor con mucho ingenio y pizca de mala leche que sólo reconocemos ya los mayores). Que en paz descanse desplumada en mi plato o añorada en mi memoria. 


El humor transige entre el hambre y la muerte. Contra el duro acero de la realidad, el pedernal del ingenio hace saltar la chispa que enciende el humor hasta consumir en fuegos de artificio la negra pólvora de la melancolía.

Al contrario que Ramón, creo yo que el humor sí puede corregir y enseñar y mejorar. Hace estallar el globo de la vanidad y nos levanta por encima de la atmósfera enrarecida del cuidado de nosotros mismos y la preocupación por las cosas y los sucesos; desde arriba parecen más pequeñas, más indignas de nosotros, esas tonterías que nos desgracian los mejores y breves momentos de la existencia.

El buen humor es la mejor tarjeta de visita de la amabilidad. Si es fingido, aún tiene más mérito como signo de buena educación, pues por supuesto uno no se levanta todos los días con el pie derecho...

Y es que Irene, Bienvenida, Rosalinda y un servidor, ya estamos un poco hartas de oírles tantas quejas a nuestros consortes, a nuestros hijos, a los sindicatos, a los empresarios, a la oposición, al gobierno, a la conferencia episcopal y hasta al caballo de Santiago, que siempre le he visto mohíno bajo el espadón gordo del apóstol. ¡País de máscaras sufrientes, de dolientes quejicas, de plañideros penosos y críticos biliosos!

- Oiga, don, pero es que el que no llora no mama.

- ¡También; esa es otra! 




domingo, 29 de octubre de 2017

CIENCIA Y CULTURA

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La palabra "Cultura" (con mayúsculas), como cultivo interior de la persona, tiene una larga tradición que arranca de Cicerón. Entendido el cultivo del espíritu como emancipación y crecimiento personal tiene algo, si no todo, de secularización racionalista e ilustrada de la gracia cristiana (fe, esperanza y caridad).

Pero la cultura secular en su lucha contra la superstición, el dogmatismo y la ignorancia, se opuso justamente y contrastó con el culto religioso y los rituales vacíos, mas luego la cultura (con minúsculas) como concepto antropológico vino a significar una memoria social diversa y un elenco inmenso de herramientas aptas para la adaptación y la ampliación de las aptitudes naturales de los humanos, y entre esas herramientas ocupan un lugar genuino y muy resistente: mitos, religiones, ideologías, rituales, creencias trascendentes, fantásticas creencias, y todos los proyetos y sueños de los hombres.

En Die Formen des Wissens und die Bildung, Max Scheler hace un encomio de la ciencia occidental, expresando más bien un desiderátum, un ideal: la gran antorcha encendida por la ciencia pitagórica de la naturaleza se convirtió en nuestro solar europeo en una inmensa llama que ha acabado iluminando al mundo entero... Si Scheler pensó esta expresión como una metáfora, el control de la energía eléctrica y su uso civil la ha convertido en una realidad. Ningún romanticismo, ni cristianismo, ni hinduismo, ni orientalismo, ni nacionalismo, ningún irracionalismo la debería apagar.

Sin embargo, también debemos reconocer que esta llama no ilumina por sí misma el núcleo de nuestra alma, ni la energía eléctrica aporta por sí misma demasiado a esa luz cuyo ardor silencioso tiembla en el sagrario íntimo de la persona espiritual, alentando en cada hombre, ni calla a ese demonio socrático que nos obliga a examinarnos a nosotros mismos y a buscar la excelencia moral.

Aun en la hipótesis de una realización perfecta de la ciencia positiva, el humano podría sufrir absolutamente vacío como ser espiritual, incluso caer en un estado de barbarie más destructivo que los que atribuimos irreflexivamente a los llamados pueblos llamados bárbaros o "primitivos".

La tecnología y los saberes prácticos, útiles para la realización de los fines propios del ser viviente deben también servir al desarrollo de lo que hay de más profundo en el hombre: su persona.              
Escribe Scheler:

«La idea "humanista" de la cultura -aquélla de la que Goethe fue en Alemania la más alta encarnación- debe subordinarse a la idea de un saber de salvación y servirlo como a su fin supremo. Porque todo saber en definitiva tiene por objeto y por fin la Divinidad.»
Entiéndase por Divinidad lo que se quiera, mientras no mande matar, maltratar, robar o mentir(se). El Soberano Bien es en la tradición humanista e ilustrada un ideal humano, demasiado humano, de justicia, unidad, verdad y belleza.

Todo el saber científico y tecnológico, valioso en sí mismo, separado y divorciado del saber sacro y culto, de los ideales humanizadores y humanistas,  puede constituir, en efecto, la muerte para la persona humana o su desesperación; y podría volverse -y se volvió de hecho poco después de que Scheler (1874-1928) escribiera ese texto- el instrumento más eficaz de una nueva e inédita barbarie con el desastre de la guerra mundial y los grandes genocidios perpetrados por el nihilismo del XX, precisamente por las naciones más avanzadas tecnológicamente. 

viernes, 13 de octubre de 2017

EL COMUNISMO COMO RELIGIÓN POLÍTICA (II). LA IGLESIA MARXISTA-LENINISTA.



La sociedad comunista que imaginó Marx no ha existido ni existirá, como no existieron ni existirán El Edén, Shangri-La o el País de Jauja. El comunismo que veremos aquí es el realmente existente en momentos y lugares lugares concretos: el comunismo encarnado en Estado totalitario.

viernes, 29 de septiembre de 2017

CONÓCETE A TI MISMO

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ΓΝΩΘΙ ΣΕΑΥΤΟΝ. Explora y desarrolla tus posibilidades, pero acepta también tus limitaciones. Interpretado desde la ironía socrática: Comienza en todo caso por reconocer al necio que te habita.

"Conócete a ti mismo". Tal era el mandamiento de Apolo, el dios de la luz de la verdad, padre de las Musas, el dios más idolatrado por los griegos después de Zeus.

La idea del autoconocimiento como imperativo capital fue también muy popular en la ascética y la mística cristianas medievales. Bernardo de Claraval (1090-1153) siente este mandamiento como cuestión de dignidad y vida auténtica. Como en Sócrates: una vida que no se examina a sí misma no merece llamarse humana.

Bernardo fue el redactor de los estatutos de la Orden del Temple. Con él, la Orden cisterciense se expandió por toda Europa y ocupó el primer plano en la influencia religiosa y la doctrina de la Iglesia. Polemizó con el racionalismo de Abelardo y predicó la Segunda Cruzada. De Orígenes imitó la exégesis alegórica de las Escrituras (1), la más razonable.

Para San Bernardo, cuando el hombre no reconoce su propia dignidad se animaliza: "El que no vive como noble criatura, dotada de inteligencia, se identifica con los brutos animales". Conviene por ello evitar una doble ignorancia: la que nos incita a buscar placer en niveles más bajos que los nuestros; y la de atribuirnos cosas que superan nuestra capacidad (2). También conviene saber que la dignidad nos ha sido dada, es un regalo o una gracia, por eso "debes recordar que eres y que no eres por ti mismo. Así no serás nunca orgulloso". Independiente dependencia, individuo en comunidad pues, para nosotros, vivir es convivir.

Son por tanto evidentes dos cosas: "que la dignidad propia es inútil si no se reconoce, y que su reconocimiento sólo servirá de castigo si no le acompaña la virtud" (3). Ese "no se reconoce" impllica obviamente el reconocimiento de los otros. Y a este respecto, el conocimiento del yo es imposible sin la dialéctica con el prójimo, que corrige mis desmesuras y aporta ecuanimidad al juicio sobre mí mismo y mis acciones (o sea, lo que éticamente soy).

La dignidad reside en la libertad de la voluntad, el fondo esencial de la naturaleza humana que -para Bernardo- es imagen del amor divino. Esta Libertad de la Voluntad es otro nombre del Espíritu. Sin embargo, el autoconocimiento no lleva al ser humano a la soberbia (el peor de los pecados capitales), sino antes bien a la humildad, precisamente por el reconocimiento de la posibilidad de una mala voluntad. Quien explora suficientemente las entretelas de su corazón reconocerá la inconveniencia, el egoísmo de segundas y terceras intenciones. No extraña que San Bernardo fuera admirado por Lutero y por Calvino.

Por eso, conocerse a sí mismo es también descubrir la propia indignidad. Y no atender al Soberano Bien -al Ideal de Verdad, Justicia, Belleza y Unidad- de cuya imagen en nosotros depende toda dignidad lleva con ello a la desesperación. Por consiguiente, el conocimiento de lo que somos exige también el conocimiento de lo que debemos aspirar a ser, del ideal de crecimiento interior o -dicho al modo platónico- del ideal de hacernos semejantes a Dios en lo posible.

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Lactatio de San Bernardo.
Ilustración de manuscrito medieval


Notas

(1) La leyenda de la "Lactatio", según la cual San Bernardo recibió un chorro de leche de los pechos de una estatua de la Virgen María ("néctar de sus pechos"), la recoge el Cancionero de Juan López de Úbeda (1579-1586). La fuente literaria puede estar en dos de los sermones del santo: 'Monstra te esse matrem".
(2) Libro sobre el amor de Dios, II, 4.
(3) De diligendo Deo, II, 5.

Bibliografía

Miguel Siguán Soler. La Psicología del amor en los cistercienses del siglo XII, Abadía de Poblet, 1992.

sábado, 9 de septiembre de 2017

LA LUCIDEZ DE LA MIRADA : POR UNA HERMENÉUTICA DE LAS ARTES DE LA EXISTENCIA

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Reseña de

Ejercicios espirituales para materialistas. El diálogo (im)posible entre Pierre Hadot y Michel Foucault

Luis Roca Jusmet
( Prólogo de Francisco Vázquez García )
Barcelona : Terra Ignota, 2017


 Escrito por Víctor Hugo López Martín

Este “libro-experiencia” de Luis Roca Jusmet, escrito desde una serena lucidez y un sobrio rigor, nos sirve como “caja de herramientas” para orientarnos en un mundo, el nuestro, sumido en un profundo nihilismo, una insoportable mediocridad y un lamentable hastío…esto es, en un mundo falto de creatividad, de inteligencia; de vida. Y es aquí donde su obra cobra sentido, en tanto que propone una relectura de las “artes de la existencia” de los filósofos antiguos, una nueva mirada a esas “artes de la vida” del mundo grecolatino, a partir de las fértiles y disímiles interpretaciones de Pierre Hadot y Michel Foucault, interpretaciones propiciadas, en parte, por el diálogo filosófico que ellos mismos mantuvieron en vida, interpretaciones, también, enriquecidas por nuestro autor, que prolonga el diálogo al imaginarlo más allá del ámbito de lo posible, poniendo en valor la afirmación de otro diálogo, esta vez el que establecen “Ernest” y “Gilbert” en “El Crítico como Artista” de Oscar Wilde, donde el literato defiende que no hay creación sin crítica, y, a su vez, que no hay crítica sin creación.

viernes, 8 de septiembre de 2017

FANTASMAS DEL MATERIALISMO




FANTASMAS DEL MATERIALISMO
Ana Azanza por la traducción
Dedicada a don José Biedma, compañero de tareas
pedagógicas, filosóficas y formativas

LOS FALLOS DEL MATERIALISMO
De Conor Cunningham “Darwin’s pious idea”

Cuanto más profundamente examinamos la naturaleza de la
materia parece ser más elusiva, misteriosa y matemática.

jueves, 31 de agosto de 2017

EL COMUNISMO COMO RELIGIÓN POLÍTICA (I)








Comunismo religioso y comunismo ateo.

El comunismo y el mesianismo de la tradición judeo-cristiana comparten una tesis fundamental: la propiedad privada es un robo, y el comercio su instrumento. No son lo mimso, claro, el comunismo milenarista y el comunismo científico, pero nada justifica ignorar lo que comparten. Por ejemplo, Marx afirma en el Manifiesto comunista que el rasgo distintivo del comunismo es la abolición de la propiedad privada y que, por tanto, los comunistas pueden resumir su teoría y su programa de acción en una fórmula única: abolición de la propiedad privada. Esta tesis sobre la perversidad intrínseca de la propiedad privada y el libre comercio es común en los distintos comunismos, también lo son el odio hacia propietarios y comerciantes y el desprecio por quienes no comparten esa misma emoción. El movimiento comunista contemporáneo y el fanatismo religioso de siempre participan del mismo ethos dogmático e intransigente.

miércoles, 9 de agosto de 2017

RESPONSABILIDAD A LA HORA DE LA MUERTE


Hans Küng y Walter Jens. Morir con dignidad. Un alegato en favor
de la responsabilidad, 2010.





Curioso y emotiva publicación que en principio fue escrita a cuatro manos y acabó siéndolo a seis: las del teólogo disidente Hans Küng, el estudioso de la literatura Walter Jens y la esposa de éste, Inge Jens.

La vida es un don y el respeto a la misma se presenta como un elemento fundamental de cualquier ética. Sin embargo la vida es tarea y además la muerte forma parte de ella, más que nada en el caso del ser humano capaz de imaginar, pensar, prever y preparar su propio final.

viernes, 14 de julio de 2017

ESPIRITUALIDAD ¿RELIGION ASUNTO PRIVADO?

 Ana Azanza



Frente a manipulaciones espirituales y fundamentalismos varios de los que lamentablemente algo sé me propongo dar voz en este post a dos personajes que desde una perspectiva religiosa uno y una respectiva puramente secular el otro, me parecen marcan un camino hacia una "sana espiritualidad" o como quiera llamársele.

martes, 11 de julio de 2017

NICOLÁS SALMERÓN Y LA "CONSILIENCIA"

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Semblanza 


Nicolás Salmerón ejerció como presidente de la Primera República española durante mes y medio en 1873. Dimitió porque no quiso firmar condenas de muerte. Catedrático de Metafísica en la Universidad de Madrid y uno de los krausistas más medidos e inteligentes, nació en Alhama la Seca, Almería, de padre liberal. Estudiando filosofía y letras en la Universidad de Granada cuajó amistad con Julián Sanz del Río y Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, para toda la vida. La Restauración borbónica lo “depuró” de su cátedra en 1875. Se exilió en París donde fundó el Partido Republicano Progresista. En 1885 recuperó la cátedra y luego fundó un periódico La Justicia. Aunque murió en Francia, sus restos reposan en un cementerio de Madrid, cerca del mausoleo de Francisco Pi y Margall, su predecesor en la presidencia de la República. En su epitafio consta: “Por la elevación de su pensamiento, por la rectitud inflexible de su espíritu, por la noble dignidad de su vida, dio honor y gloria a su patria y a la humanidad”. Se añade y se recuerda que “dejó el poder por no firmar una sentencia de muerte”.

Ciencia vs. soberbia especulativa


En su Prólogo al libro de Hermenegildo Giner[1]Filosofía y Arte (Madrid, 1878), Nicolás Salmerón comenta los méritos de la obra: su sentido universal, la indagación reflexiva y sistemática, y la profesión de la ciencia como maestra de la vida. En el contexto del krausismo español de la época, defiende a este frente a quienes “se satisfacen con aprender motes para librarse de estudiar las cosas”. Escribe Salmerón que, al contrario que el dogmatismo escolástico, anclado en un saber osificado y formulario, que no respeta la libertad de pensamiento y conciencia sin los cuales es imposible el progreso de las ciencias[2], Sanz del Río, el introductor del krausismo en España, no uniformó mentes ni se precipitó en conclusiones, aunque merece ser considerado maestro del “sistema de la conciencia”, pues siguiendo una “disciplina de la idealidad” no formó sabios presumidos, sino diligentes investigadores, siendo así iniciador de nuestro renacimiento filosófico: “sólo pueden los soberbios vituperar lo que no alcanzan a concebir”. Admite Salmerón, eso sí, que nuestro genio nacional propende a una idealización fantástica[3]. Y es de suponer que incluyera ya en esta “idealización fantástica” al propio krausismo, pues el amigo almeriense de Sanz del Río y Francisco Giner de los Ríos evolucionó desde el idealismo filosófico hacia el positivismo cientifista[4].

Reunificación de las culturas


Interesa reseñar aquí cómo Salmerón se declara partidario de lo que hoy se llama consiliencia, de la reunificación de las dos culturas. Es decir, a favor de una reflexión filosófica que tenga en cuenta el saber probado de la ciencia así como una ciencia que no se desvincule de la reflexión ética y estética; a favor de un pensar que busque la unidad indivisa de la realidad, superando el dualismo que ha vuelto hostiles a Física y Metafísica, superando el dualismo entre empirismo e idealismo, entre objetivismo y subjetivismo. Y esto por un motivo de peso: pues del fondo de la experimentación brotan datos especulativos y la especulación filosófica necesita conocer los datos de la observación y la experimentación naturalista para no edificar su edificio sobre nubes.

Nicolás Salmerón muestra talento profético cuando fija el punto de concierto, o consiliencia, en el conocimiento del cerebro, en lo que él llama Psicología fisiológica y nosotros llamamos hoy Neurociencias.

También ensalza el interés didáctico y educativo de la obra de Hermenegildo Giner de los Ríos que prologa, ya que busca encarnar la verdad en la virtud en vez de esterilizarla con intelectuales abstracciones. Y es que la formación interna del espíritu no se logra sin arte.
Como afirmó Schopenhauer, todo lo físico es al propio tiempo metafísico. Hay continuidad entre lo de abajo y lo de arriba, el cuerpo y el espíritu. Así, la evolución de lo inconsciente debe explicar la producción de la conciencia en el mundo. Dos hechos encuentra Salmerón innegables al respecto:

1. La correspondencia entre el sistema nervioso –particularmente el cerebro- y los grados y funciones de la conciencia.

2. El hecho de que no somos conscientes (“conscios”) de todo el alma.

Salmerón da pruebas de un optimismo racionalista, idealista: la razón “inside”, en el fondo de todo mecanismo natural, es fundamento de sus relaciones esenciales. No extrañe por ello que entienda la filosofía como búsqueda, en el mundo de la conciencia, de los principios de la razón, y como una interrogación por las leyes de la vida racional.

Qué es conocimiento. Monismo


Por conocimiento entiende Salmerón la compuesta interior relación de presencia e intimidad, siendo pues la unidad que la verdad exige no una hipóstasis trascendental, sino una relación de comunión inmanente entre lo conocido y el que conoce, entre objeto y sujeto, de sustantiva presencia objetiva y auténtica e íntima recepción subjetiva. No hay pues una división radical entre objeto y sujeto como han pretendido el materialismo y el espiritualismo. No es el espíritu el que conoce, sino todo el hombre en su unidad metafísica y en su concreción física, que son inseparables.

Apuntando hacia una concepción monística del mundo y del humano Nicolás Salmerón se opone a todo dualismo. No cabe pensar ya la fuerza como abstracción de la materia; son la misma cosa. Contra el dualismo cita tres hechos: los reflejos, los instintos y la inspiración. Y añade como mérito de Hermenegildo su consideración de la Ética como parte de la Biología.

Reflejos, instintos e inspiración


En torno a esos tres hechos antes señalados ofrezco aquí un texto del filósofo y activista político:

“Notaremos tres puntos capitales desconocidos e inexplicables por el tradicional dualismo: los movimientos reflejos, cuya faz interna o espiritual y consiguiente carácter teleológico confirman, desde las funciones más elementales de los animales interiores hasta las más complejas y elevadas del espíritu humano, la indisoluble composición de lo físico y lo psíquico, a la par que autorizan a distinguir, pero sin separar, el elemento inconsciente y el elemento consciente en la actividad anímica; el instinto, que partiendo de impulsos nativos, adaptándose al medio ambiente, desarrollándose y aún modificándose con el hábito y extendiéndose desde las más rudimentarias necesidades de la vida física hasta las más elevadas aspiraciones del orden moral, acusa la acción inconsciente y concreta del todo en el individuo; y por último, la inspiración, que brotando del seno misterioso del espíritu se encarna en el genio, y engendra los reveladores y profetas de todos los tiempos, y hace lucir el Deum passus est [sic] en horas solemnes de la historia”.
Notas

[1] Hermenegildo Giner de los Ríos (Cádiz 1847- Granada 1923) fue pedagogo, jurista y político español, vinculado a la Institución Libre de Enseñanza que fundó su hermano Francisco.
[2] Salmerón refiere a “el fatal legado de la imposición dogmática con que el catolicismo ha petrificado la conciencia”, y opone la letra muerta del dogma a los métodos de investigación y a la autonomía de la conciencia “que hace de la ley que halla en sí misma divino dictado”: “por el verbo de sus obras le conoceréis”.
[3] Para una formidable y consciente “idealización fantástica” léanse los grandes tratados de Juan Larrea, sobre todo La espada de la paloma y Razón de ser, donde apuesta poéticamente por una tercera Edad del Espíritu (como Eugenio Trías, dicho sea de paso), en cuya realización cabe al idioma y a la cultura españolas un papel protagonista y heroico.
[4] Salmerón, hijo de un médico liberal y afiliado al Partido Democrático permaneció cinco meses encarcelado por sus ideas políticas junto a Pi y Margall en 1867, bajo el reinado de Isabel II.

jueves, 6 de julio de 2017

EL MAGO DEL NORTE Y EL DESCENSO DE LA PALABRA

Crítica de la Ilustración y filosofía del lenguaje
en Johann George Hamann




“Así, también nosotros, entonces, habiendo ascendido al monte de la Transfiguración divina, podemos contemplar las vestiduras de la Palabra, es decir, las palabras de las Escrituras y los elementos visibles de la creación, vestiduras brillantes y gloriosas en sus respectivas enseñanzas acerca de Ella”
San Máximo el Confesor


Introducción

El objetivo de este trabajo es presentar, a modo de introducción, algunos de los puntos fundamentales de la obra del filósofo alemán Johann George Hamann (1730-1788). Se trata de un autor poco o mal conocido por el público culto en general, pues incluso en el ámbito académico es pasado por alto o se lo estudia muy rápidamente y sin profundizar en sus textos. Las traducciones de su obra a nuestra lengua son escasas y apenas es posible encontrar unos pocos textos introductorios. Se lo ve a menudo como una figura excéntrica que desentonaba con el ambiente cultural de su época, un pensador polémico que se atrevió a cuestionar a Kant sin molestarse en comprenderlo, un filósofo mediocre, un irracionalista, un conservador reaccionario, una rara avis en el Siglo de las Luces. 

Sin embargo, ninguno de estos epítetos le hace justicia, y aunque actualmente pueda pasar casi inadvertido, lo cierto es que su obra no dejó indiferentes a quienes conformaban los círculos intelectuales de su tiempo. Ejerció una influencia notable y decisiva en la formación del movimiento literario, estético y filosófico Sturm und drang, nacido como respuesta al estéril racionalismo especulativo de la Ilustración, así como también en el Romanticismo posterior. Fue leído y admirado por autores de la talla de Herder, Jacobi, Humboldt, Goethe, Schelling y Kierkegaard, entre otros.

sábado, 10 de junio de 2017

FUTURO DE LAS MUJERES



Alain Badiou, a quien estimo como uno de los filósofos vivos más potentes, no deja de sorprender en esta conferencia abordando el tema de la mujer.

Llegó al asunto  a través de su cuestionamiento sobre los “hijos” y la desorientación que les afecta en la actualidad. El asunto de los hijos varones  a raíz de diversos hechos de sociedad que ellos protagonizan, fracaso escolar, incidentes en barrios obreros, bandas, radicalización religiosa….hizo que se planteara y ¿qué pasa hoy con las hijas?
Sin duda el estatus de la hija ha cambiado radicalmente en muy pocos años. Sobre todo si comparamos como hace Badiou la sociedad tradicional, en la que la hija se limitaba a esperar la meta del matrimonio, con la sociedad contemporánea, en la que el matrimonio ha dejado de ser la “salida” femenina por excelencia.


Como en ciertas novelas de ciencia ficción de las que a veces hemos hablado, Badiou también atisba el advenimiento de la “sociedad de las mujeres”, competitivas, trabajadoras, responsables, dedicadas y mujeres desde siempre, parece que pueden comerse el mundo. Lo demuestran algunos ejemplos de chicas hijas de familias inmigrantes que han llegado a lo más altgo. Por ejemplo la ex ministra de Educación con Hollande, Vaud Belkacem, hija de un obrero marroquí. Y en territorios más cercanos, sabemos que entre nuestros alumnos hijos de inmigrantes más chicas que chicos tienen éxito en la escuela y se agarran a lo académico como a una tabla de salvación que las saque de un medio familiar machista y tradicional, que las infravalora cuando no las hace víctimas de muy malos tratos.

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Najat Vaud Belkacem
Ignoro si esas predicciones sobre el triunfo de lo femenino se cumplirán. Me avergüenzo tras escuchar a Badiou de haber puesto de ejemplo a mis alumnos de Ciudadanía las mujeres triunfantes hoy en política, economía, banca. No son los mejores ejemplos de mujer “emancipada”, porque en realidad sólo demuestran que son capaces de llevar a cabo la cartilla del capitalismo explotador mundial mejor que los propios varones. A conservadoras de lo que  hay no nos gana nadie.
Sin embargo otro tipo de mujer es posible, más respetuosa y menos explotadora de los recursos y de sus semejantes. Por ahí va la utopía propuesta. Y un deseo final de Alain Badiou: hacen falta mujeres filósofas

¿Es la mujer un concepto de la filosofía? se pregunta Badiou. Para comprender la exposición es recomendable conocer su ontología expuesta en El ser y el acontecimiento, una ontología matemática de altos vuelos que aclara sus disquisiciones sobre el Uno y el Dos y lo que hay entre ambos.

lunes, 5 de junio de 2017

EL CREDO DE ERICH FROMM

EL CREDO DE ERICH FROMM

Lo he encontrado en Las cadenas de la ilusión del que estimo capítulo central “El inconsciente social”, gran descubrimiento de Freud y sobre todo de Marx.

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Explica en qué pararon esos dos pensamientos radicales y humanistas en sus inicios. Como tantas grandes ideas que ha parido la humanidad degeneraron en ideología, nada liberador destino.

A pesar de esos avatares Fromm tiene fe y esperanza en que la humanidad pueda salir del atolladero en el que se hallaba cuando escribió este volumen. Plena guerra fría, ¿cuál de los dos apretaría antes el botón desencadenando el infierno? Imposible saberlo, se conocían las posibles consecuencias, extinción y destrucción.

Han pasado más de 50 años de aquello pero el credo me parece que sigue siendo válido, guía posible para no perderse en elucubraciones:

“Creo que el hombre es producto de la evolución natural; que forma parte de la naturaleza y que sin embargo la trasciende por estar dotado de raciocinio y conciencia.

lunes, 17 de abril de 2017

LA CONCEPCIÓN ESTRUCTURISTA DEL SER HUMANO Y EL PROBLEMA DE LA RESURRECCIÓN Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA.



La ciencia y la filosofía contemporáneas obligaron a revisar la concepción antropológica tradicional que sostiene que el ser humano está compuesto de dos sustancias: el cuerpo y el alma. Esta revisión afectó tanto al dualismo radical platónico -versionado después por Descartes, quien estableció la distinción entre Res cogitans y Res extensa- como al al hilemorfismo ariostotélico-tomista que apeló a dos principios ontológicos complementarios: el cuerpo como materia y el alma como forma informante de esa materia. 

A los pensadores cristianos que no aceptaron ni el dualismo radical platónico-cartesiano ni el hilemorfismo aristotélico se les planteó entonces el problema de intentar armonizar ideas y creencias. Uno de ellos fue el filósofo Xavier Zubiri, que se enfrentó con la dificultad de conciliar su fe con su concepción del ser humano como unidad estructural de cuerpo y psique; entendida esta unidad no como el resultado de la adición de dos sustancias, el cuerpo y el alma, sino como estricta unidad psico-orgánica. Esta concepción antropológica conduce necesariamente a la idea de "muerte total", es decir, a la idea de que al morir, todo en el hombre muere, lo que implica la negación de un alma inmortal.

viernes, 14 de abril de 2017

CRANEO CARTESIANO



LOS HUESOS DE DESCARTES

Dos afirmaciones del autor Russell Sharto filósofo de formación aunque dedicado al periodismo pueden servir para introducir el comentario a este libro titulado “Los huesos de Descartes”.
Por una parte nos dice: “Descartes puede considerarse no solo del padre de la filosofía moderna sino en muchos aspectos importantes el de la cultura moderna y más adelante, a través de la exportación de sus ideas, el padre de la gran cultura mundial.”

sábado, 8 de abril de 2017

SOLEDAD NO ES AISLAMIENTO


En una de sus disertaciones se preguntaba Gadamer (*) si el aislamiento es un síntoma de autoenajenación. Seguramente, el aislamiento como soledad no buscada, no querida, como abandono de los amigos, como abandono de Dios. Ese abandono que expresó Cristo en sus últimas palabras en la cruz. 

Gadamer ve una íntima relación, en toda experiencia religiosa, entre el abandono del otro y el abandono de Dios, pues el mandato cristiano ve juntos el amor del prójimo y la relación con Dios. También cita en su apoyo la sabiduría pagana de Eurípides: "Abrazar a los amigos, esto es Dios". Holderlin le llamó "la esfera comunitaria que Dios es". Los cultos se rinden en fraternidades, en cofradías, mejor que en sectas. Pero también en el cristianismo conocemos la soledad del devoto, la del monje, la del cartujo, la del anacoreta, que remite a la soledad del Hijo de Dios. También está la soledad del penitente que en las procesiones de Semana Santa se aísla eventualmente del tiempo y del espacio común y corriente con su capirote y su máscara.

domingo, 12 de marzo de 2017

EL FRACASO DE LA FILOSOFÍA INCOMPRENSIBLE

nzz.ch

Por la traduccion Ana Azanza 

Richard David Precht habla del presente: «La Filosofía tiene por delante una nueva edad de oro»

Claudia Mäder
Entrevista 19.11.2016
El filósofo alemán Richard David Precht sondea la delgada línea entre el sentido profundo y el débil y explica para qué sirve la reflexión sobre la vida en tiempos de crisis.


«Philosophie heisst, dem Leben einen Sinn geben.» - David Precht Philosoph, Talkshow-Gast, Dozent und Bestsellerautor (Bild: PD)

«Filosofía significa dar un sentido a la vida» - David Precht
Filósofo, presentador, profesor
y autor de bestsellers (Imagen: PD)