viernes, 13 de febrero de 2015

DATOS NEURONALES Y DERECHOS FUNDAMENTALES

Traducción
Ana Azanza

Ha dejado de ser ciencia ficción: los Estados  y las empresas acumulan neurodatos y controlan así nuestros pensamientos y sentimientos. Por ahora no hay protección de datos que reaccione contra este ataque a la esfera privada.

 Dara Hallinan, Philip Schütz, Michael Friedewald y Paul de Hert
 
La libertad de pensamiento es el corazón de un orden democrático. En la época de la vigilancia masiva de los lugares físicos y virtuales el espíritu humano es el último bastión de la libertad absoluta y de la privacidad. O al menos eso creíamos, porque parece que este bastión empieza a desmoronarse, ya que cada vez se almacenan más datos de las neuronas y de los procesos que tienen lugar en el cerebro.


En principio los neurodatos se utilizan para objetivos médicos. Se espera entender mejor las enfermedades neurológicas gracias a los procedimientos de la medicina nuclear que dan imagenes de la medula espinal. Por otra parte con el electroencefalograma, que mide los impulsos eléctricos del cerebro,  se ha descubierto que las personas pueden con un poco de ejercicio controlar esos impulsos.