viernes, 25 de diciembre de 2020

EL FALLIDO ABSOLUTO

 

Porträt von Slavoj Zizek, slowenischer Philosoph. (Getty Images / Gamma-Rapho / Ulf Andersen)

Quienes tienen relaciones sexuales no se entregan a su naturaleza, dice Slavoj Žižek: estamos enredados en huellas culturales, fantasías y relaciones de poder, incluso en las formas más íntimas. (Getty Images / Gamma-Rapho / Ulf Andersen)

 

 La filosofía ha perdido de vista las grandes cuestiones, dice el crítico cultural y filósofo Slavoj Žižek. Ha llegado el momento de redescubrir lo esencial. Por ejemplo: el sexo como un tipo de fracaso. ¿Tenemos libre albedrío? ¿Nuestro universo dura para siempre? ¿Qué es la realidad? Estas cuestiones fundamentales de la metafísica clásica han sido excluido durante mucho tiempo de la filosofía, dice Slavoj Žižek. El público a cambio esperaba respuestas de investigadores del cerebro, astrofísicos o psicólogos, pero esto no serviría ni a la filosofía ni a las ciencias relevantes, asegura el esloveno. Este cambio de responsabilidades es "una tragedia". 

En la rotonda de los discursos

 

 Hasta hace unos diez años, la filosofía estaba moldeada por una el dominante posmodernismo y deconstrucción, que pusieron límites estrechos al pensamiento, dice Žižek. En esa época era imposible hacer preguntas directas sobre algo como la "verdad": "Todo lo que quedaba era preguntar dentro de qué discurso el uso de un término en particular seguía siendo legítimo".

Un fenómeno existencial que se ha escapado a esta modalidad filosófica  es el sexo. Para Žižek, la sexualidad y las cuestiones de identidad de género están estrechamente relacionadas con la experiencia de lo absoluto, más precisamente: con el inevitable fracaso de intentar experimentar algo más que un contacto fugaz con lo absoluto.