miércoles, 22 de junio de 2011

Lenguaje o intercambio comercial

Autora Ana Azanza


José Manuel Sánchez Ron escribe en Babelia un interesante artículo sobre el papel de ciencia y tecnología en el desarrollo de nuestra especie.

Destaco las propuestas de Matt Ridley autor del libro "El optimista racional". No fueron las condiciones climatológicas ni una fortuita mutación genética la que cambió nuestro cerebro y nos hizo exitosos como especie. Neandertales y cromañones pueden haber tenido en común un ancestro hace 400.000 años. Y parece que ese ancestro común podría haber tenido un lenguaje bastante sofisticado. Por lo tanto no es la evolución de un lenguaje sofisticado lo que diferencia el hombre moderno de su pariente neandertal, ya que se suele decir que el lenguaje es lo que hace posible unas herramientas más complejas en los cromañón.

¿Por qué, de donde le vino la mayor inteligencia al homo sapiens por contraposición a los demás homínidos? La idea de Matt Ridley es que los nuevos homínidos comenzaron a intercambiar cosas cuando no tenían entre sí relaciones de otro tipo. Inventaron el comercio, el trueque, actividad desconocida en los demás animales. Y   Matt Ridley riza el rizo de la nueva hipótesis, probablemente ese trueque tenga que ver con la cocina.

Intercambiar nuevos platos con las tribus vecinas, clave en la evolución humana

"Más allá de brindar seguridad para vivir en el territorio y de liberar a nuestros ancestros para poder incrementar el tamaño de su cerebro con  dietas altas en energía, cocinar también predispuso a los seres humanos a intercambiar distintos tipos de comida. Es probable que ello los haya llevado al trueque."

Munford,  teórico de la arquitectura, historiador de la tecnología, filósofo, sociólogo y crítico artístico escribió "Técnica y evolución humana" (1967) y "El pentágono del poder" (1970). Para él los humanos no se pueden entender como homo faber, si la habilidad técnica bastase como criterio para fomentar la inteligencia, el hombre fue durante mucho tiempo un rezagado. La fabricación de herramientas no tuvo nada de singular hasta que se vió modificada por símbolos língüísticos, diseños estéticos y conocimientos socialmente transmitidos... Hay valiosas razones para creer que el cerebro del hombre fue desde el principio mucho más importante que sus manos, y que su tamaño no puede haberse derivado exclusivamente de la fabricación de herramientas.  

Según Lewis Munford (1895-1990) lo que puso en el disparadero la evolución cultural, científica y tecnológica a la nueva especie sapiens sapiens fueron dos cosas: el pensamiento simbólico y formas más elaboradas de organización social. 

"La elaboración del lenguaje, culminación de las más elementales formas de expresión de significados, fue incomparablemente más importante para la evolución humana posterior que la elaboración de una montaña de hachas manuales."

Mumford da primacía a la ciencia sobre la técnica, aunque haya casos aislados en que un invento técnico se haya adelantado al área científica correspondiente, como parece ocurrió con la máquina de vapor inventada antes de la termondinámica. 

Pero un error de la humanidad con la técnica fue y es no darse cuenta de que los adelantos técnicos inventados por un grupo de líderes no significa evolución mental de toda la humanidad en su conjunto. La evolución de la mente humana no es simultánea ni paralela a la evolución de la técnica, la humanidad camina trescientos años por detrás de esos inventores y científicos.

Vargas Llosa ilustra más bellamente esa idea de la relación del lenguaje simbólico con el avance de nuestra especie. Está en "El viaje a la ficción":

"Para mí, la idea del despuntar de la civilización se identifica más bien con la ceremonia que tiene lugar en la caverna o en el claro del bosque en donde vemos, acuclillados o sentados en ronda, en torno a una fogata que espanta a los insectos y a los malos espíritus, a los hombres y mujeres de la tribu, atentos, absortos, suspensos, en ese estado que no es exagerado llamar de trance religioso, soñando despiertos, al conjuro de las palabras que escuchan y que salen de la boca de un hombre o de una mujer a quien sería justo, aunque insuficiente, llamar brujo chamán, curandero."









4 comentarios:

  1. Hola Ana, el final de las vacaciones se acerca y pronto nos veremos. Pero para ir abriendo boca te envío dos cibertapas que completan el plato que nos ofreces en este artículo:

    http://www.publico.es/ciencias/392580/el-primer-cocinero-del-mundo

    http://www.faustinocordon.org/libro_cocinar.php

    Un saludo

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  2. Lo principal a mi juicio fue el control del fuego y, desde luego, la comunicación-cooperación-compartición de sentimientos, creencias, ideas e ideales. Se exagera la importancia de la técnica, porque de ella, de sus productos, quedan restos arqueológicos "duros", mientras que de las ideas y creencias de nuestros ancestros, que también hacían posibles aquellas formas de vida, solo nos quedan residuos en las raíces del lenguaje o en las oscuras cavernas de la memoria, en los arquetipos y el inconsciente colectivo (Jung).

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  3. José Javier Villalba.

    ¿No es el desarrollo tecnológico un elemento más de un sistema de procesos de cambio – cambios morfológicos y funcionales de los órganos y sistemas del cuerpo humano, técnicos, sociales- que se retroalimentan?

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  4. De los artículos que propones para seguir con el tema de la comida se deduce que el hombre no emplea tanto tiempo en comer como los chimpacés que se pasan la mitad del día comiendo. La carne da mas calorías con menos cantidad. Comer carne, implica tener que organizar la caza en grupo. El saber culinario, primer conjunto de conocimientos que se acumula y transmite...El artículo de Público es de lo mas sugerente.

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