viernes, 10 de junio de 2011

Antiguos mestizajes


Todos somos mestizos, biológica y culturalmente. No es casual que el tabú más ancestral sea el del incesto. El verdadero pecado biológico es la endogamia. El mestizaje es progresista, refresca la sangre. Del intercambio entre griegos, fenicios, egipcios, frigios, etc. nació la democracia, la ciencia y el teatro. Del crisol de las culturas nace la flor de la civilización.

Durante años, los antropólogos han pensado que neandertales y cromañones eran especies distintas de homínidos. Si se cruzaron en Asia menor y Europa, hace más de 30.000 años, no fue ni amistosa, ni amorosamente. Y hasta puede que los humanos modernos fuesen un factor importante en la desaparición de los neandertales... Estas ideas eran muy comunes hace unos años.

Hasta se ha especulado con la posibilidad de que las mujeres neardentales sintieran más interés sexual por los hombres "gráciles" que venían de África: más esbeltos e inteligentes que sus congéneres; los homo sapiens, con cara de niños toda su vida, debían enternecer o volver locas a las hembras neandertales.

El niño de Lapedo (Lagar Velho, Portugal), descubierto en 1998, parecía compartir cuando murió con cuatro años características de ambas especies, parecía un mestizo de neandertal y hombre moderno. Joâo Zilhâo y otros pensaron que habían descubierto los restos de un híbrido.

¿Serían fértiles estos híbridos? Pues parece que algunos sí lo tuvieron que ser, ya que ciertos análisis genéticos indican que hubo hibridación entre los neandertales y los humanos modernos.

Según Kate Wong (Investigación y Ciencia, Septiembre 2010, pg. 9s.), el cuatro por ciento del ADN de los humanos actuales no africanos procede de los neandertales. Es un consuelo saber que esta especie inteligente, que sin duda hablaba, cuidaba a sus enfermos, usaba adornos y compartía creencias sobre el más allá, no pereció hace 28.000 años sin dejar ni huella. Parte de sus memorias genéticas, vivientes, las llevamos dentro.

Esa es al menos la conclusión a la que han llegado un equipo liderado por Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig), tras elaborar el primer borrador del genoma del Hombre de Neandertal.

Hasta hace poco, la mayoría de los estudios genéticos situaban el origen del hombre moderno en África. Durante su expansión a otros continentes, la nueva especie sustituyó a otros humanos “arcaicos”, como el neandertal, pero sin mezclarse genéticamente con ellos. Es lo que se conoce como "el modelo de reemplazamiento". Pero parece que no fue precisamente así. Las poblaciones no africanas exhiben variantes en doce regiones del genoma inexistentes en los africanos. Y de las doce variantes halladas, diez se corresponden con la reconstrucción de la genética de los neandertales, aunque no parecen codificar ningún rasgo relevante desde un punto de vista funcional.

Tal vez la hibridación se produjo en el Próximo Oriente hace entre 50.000 y 80.000 años, antes de que el Homo Sapiens poblase el Viejo Mundo. Puede que incluso el hombre moderno también se hibridara con el Homo erectus de Asia oriental. Se trata de la hipótesis del "modelo multirregional" del origen del Homo sapiens.

¿Como es posible que especies diferentes tengan híbridos fértiles? Laurent Excoffier, quien sostiene que no hubo hibridación en Europa, lo explica: “en todos los fenómenos de especiación existe un período en el que dos especies divergentes todavía pueden reproducirse entre sí".

De todos modos, parece difícil que homo neandertalensis y homo sapiens se cruzaran hace tan poco (80.000 años), si se separaron hace casi un millón de años... En cualquier caso, estamos muy lejos de aquella concepción que reducía al neandertal a un hombre-mono, a un humano deforme, arcaico o retrasado. Parece fuera de duda que los neandertales que habitaron Europa durante 200.000 años hasta que desaparecieron hace 28.000 misteriosamente, no eran bestias feroces, sino criaturas con sensibilidad y sentido estético.

Joâo Zilhâo y otros científicos han defendido que los neandertales ya se comportaban como “humanos” antes de que llegaran los homo sapiens. Conchas con restos de pigmentos de dos yacimientos arqueológicos españoles así lo demuestran, pues las conchas son de hace 50.000 años, diez mil años antes de que llegase el humano moderno a Europa. Se trata de los yacimientos de la Cueva de los Aviones y Cueva Antón, en Murcia.

Así que, aunque los neandertales fueran físicamente distintos, eran cognitivamente tan avanzados como los humanos modernos. Puede que el comportamiento propiamente humano emergiera en múltiples líneas evolutivas separadas, o puede que el pensamiento simbólico ya se diera en el antepasado común de sapiens y neandertal, hace un millón de años.

Según J. Zilhâo –entrevistado por Kate Wong para Investigación y Ciencia, agosto 2010, pg. 52ss-, la emergencia del comportamiento simbólico se produjo por una lenta y quizá intermitente acumulación de conocimientos que, paralelamente al incremento de la densidad de población, dio lugar a la aparición de sistemas de codificación social.

Los adornos… ¿respondían a una necesidad de expresión estética o a una necesidad de identificación social en una población cada vez más numerosa?

Puede que a las dos cosas. El caso es que la culinaria y la cosmética nos hacen tan humanos como la dietética o la gimnástica.

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