viernes, 30 de agosto de 2013

Qué podemos hacer por mejorar nuestra herencia genética


Traducción de la entrevista: Ana Azanza 

 Para ir abriendo boca ante el nuevo curso que se acerca y los nuevos retos que se van a presentar traigo esta entrevista a un científico sobre epigenética y genética.
 

Jörg Blech es un autor de libros de ciencia al alcance de no iniciados, con títulos tan interesantes como "Los inventores de enfermedades" (2005), o "Medicina enferma" (2007). Le hacen una entrevista excelente sobre asuntos tan corporales y cotidianos como los dolores de espalda y sus causas perfectamente evitables: Movimiento, movimiento, movimiento.

Intento remediar a mi ignorancia científica en la que incurriría seguro según los criterios de Michel Serres. No se puede vivir sólo de lecturas  filosóficas. Es preciso salir de la disyuntiva ciencias-letras, o como él dice los “expertos incultos por un lado, y los cultos ignorantes por otro”. Ya lo propuso en su libro “El tercero instruido”:

 “Todo aprendizaje consiste en mestizaje. Extraño y original, mezcla de los genes de su padre y de su madre, un tercero entre los dos, el niño no evoluciona más que por nuevos cruces. Toda pedagogía repite la generación y el nacimiento de un niño: nace zurdo, aprende a escribir con la derecha, sigue siendo zurdo, renace diestro, en la confluencia de los dos sentidos: nace gascón, sigue siéndolo y se hace francés, mestizo de hecho; nace francés, se hace español, italiano, inglés o alemán si aprende esa cultura y esa lengua, conservando la suya propia, y se hace cuarterón, alma y cuerpo mezclados. Su espíritu se parece a un traje de Arlequín. Esto vale para enseñar y para criar los cuerpos.">El mestizo, en el libro “Le tiers instruit” se llama el tercero instruido. Científico por naturaleza entra en la cultura porque la ciencia se encuentra hoy con las cuestiones que por sí sola no puede prever del dolor y del mal. Basta saber dos cosas: hay razón exacta y hay males injustos; se sigue por tanto la libertad de invención, de pensamiento. Esto vale para la conducta y para la sabiduría, para la educación. Es y pretende casarse con la alteridad más extraña, quiere renacer mestiza. Ama al otro que engendra en ti, una tercera persona, el espíritu.”

La entrevista es un intento de caminar hacia el tercero instruido.

Jörg Blech asegura que los genes no son el destino. Y que su poder está sobrevalorado. Que son más importantes las influencias del medio que nos rodea, no hay un destino genético codificado. Habla tanto del cuerpo, como del espíritu, tanto de la reflexión como del ejercicio físico. Todo tiene su parte en la formación y el mantenimiento del equilibrio humano.

The European: Escribe en su libro „Gene sind kein Schiksal“, que la actividad corporal, pero también las relaciones humanas deciden la herencia. ¿Quiere decir eso que teniendo muchos amigos y haciendo deporte de forma regular puede uno convertirse en otra persona?

Jörg Blech: Casi. La persona que lleva una niñez despreocupada está más a salvo del “estrés”. El ejercicio físico tiene como efecto que en el hipocampo se originan nuevas células nerviosas. Este efecto fisiológico se corresponde con un efecto farmacológico: mentalmente estamos mejor, en general estamos mejor. Hay estudios que muestran que a las personas con depresiones leves se les puede recetar caminar rápido o hacer deporte  durante 30 minutos en lugar de pastillas. Y lo más fascinante es que este efecto será transmitido en los llamados caracteres epigenéticos. Esto significa concretamente que hay capas de la herencia genética que funcionan como vínculo entre el mundo exterior y el interior. Las vivencias de la infancia y las situaciones estresantes accionan esas capas e influyen en que determinados genes se “accionen” o se “apaguen”.

The European: Esto suena como si las experiencias pudieran ser transmitidas en herencia. En el siglo XIX el agrónomo Lyssenko se hizo famoso por sus experimentos con plantas que lo habrían probado. Pero hoy en día  es científicamente insostenible.


Jörg Blech Lysenko está justamente desacreditado Cuando en mi libro hablo de de herencia epigenética, me refiero a las células del cuerpo y no a los gametos. La manera en qué vivimos deja huellas en nuestro patrimonio genético. La forma de vivir que llevo determina en qué medida mis genes se desarrollan o no. Eso afecta a las células de mi cuerpo. Pero esas huellas no se dejan en herencia a la siguiente generación.

The European: ¿Está superado el darwinismo clásico?


Jörg Blech No, todavía no. La epigenética se basa en la genética y no está en contradicción con la doctrina de la evolución. La epigenética es el mecanismo peculiar según el cual las células pueden reaccionar rápidamente al mundo entorno. Se piensa que algunas características epigenéticas se han conservado por ese motivo en la evolución.

The European Sarrazin afirma que la inteligencia es hereditaria en un 50% u 80%, ¿está ud. de acuerdo con esta afirmación?

Jörg Blech El sr. Sarrazin lo ha entendido a veces de manera equivocada, como si por ejemplo cuando se dice que una persona sabe 100 palabras en total, 80 las sabe por sus genes. Pero no es eso lo que afirma la investigación. En la investigación no se trata de la inteligencia absoluta de un individuo sino de las diferencias en la inteligencia entre diferentes personas. Se puede decir que más o menos el 50% de las diferencias mensurables están condicionadas genéticamente. Esto significa concretamente: cuando se acude a una escuela de élite –y se puede inferir de ahí que todos los alumnos viven en las mismas condiciones de vida- y se aprecian diferencias de rendimiento, entonces se puede inferir que los genes tienen un papel en esas diferencias. Pero cuando se investiga en niños que viven en condiciones difíciles, entonces se ve que las diferencias en la inteligencia no tienen que ver con los genes, sino con las condiciones de vida. Los niños que viven en condiciones difíciles tienen menos estímulos ambientales para poder desarrollar el potencial de sus cerebros. Se pueden ver diferencias comparando los coeficientes intelectuales de los niños de escuelas de lugares conflictivos y las escuelas de élite. Pero esas diferencias hay que atribuirlas cien por cien a las diferencias del entorno y no a los genes.

The European: ¿Cómo reaccionarían los niños a exigencias sistemáticas?

Jörg Blech: se sabe que de media, la inteligencia es bastante más “formable” que lo que se pensaba. Las personas necesitan un input, sólo así pueden desarrollarse bien sus células nerviosas. Esto no sólo tiene que ver con las características epigenéticas sino también con las conexiones entre las neuronas para el proceso de aprendizaje. Esto conlleva que un niño prospera en un buen entorno. La media del cociente intelectual en el mundo occidental ha subido ostensiblemente en el pasado, casi tres puntos del Cociente intelectual por década.

The European: Los especialistas de las llamadas “ciencias del espíritu” se muestran críticos con la epigenética. Dicen que la epigenética es una especie de unión entre la naturaleza y sus ciencias.

Jörg Blech: La unión de las dos culturas en una tercera es la consecuencia del progreso de la Biología molecular. Se han reconocido marcadores químicos en el patrimonio hereditario cuyo papel no se había entendido hasta ahora. Por ello se ha descubierto el nexo de conexión entre el mundo exterior y el mundo interior. Antes se pensaba siempre en términos de dos mundos: por un lado los genes y por otro la cultura. Esta imagen está superada, porque la cultura influye sobre los genes y puede influenciar su modo de funcionar.  

The European: ¿Le atrae la idea nietzscheana del “hombre nuevo” como un individuo que se autodetermina?

Jörg Blech: Para mí no tiene que ver con la cuestión de la atracción. Más bien se trata de fundamentar lo que se sigue de las ciencias de la naturaleza, aunque la naturaleza nos pone un marco, el hombre puede cambiar muchas cosas dentro de ese marco. Los genes no son ningún destino.

The European: ¿Cuánta responsabilidad tengo por mi salud y mi inteligencia?

Jörg Blech: Es difícil dar un número absoluto, pero diría que tenemos una gran influencia sobre ellas. Antes se decía que los genes determinaban la mayoría de las cosas, así lo expresaban los médicos: “Si quiere ud. llegar a viejo, cuide de sus padres”. Esta forma de ver basada en la genética está superada. Los estudios muestran que no fumar, una alimentación saludable, y la práctica regular de ejercicio pueden alargar la vida hasta 14 años. Los estudios sobre niños adoptados muestran que el coeficiente intelectual del niño sube hasta 12 puntos cuando llega a una familia en la que se valora la educación.

The European: ¿Se derivan de todo esto exigencias concretas de tipo político?

Jörg Blech: Sería una falsa conclusión creer que los genes nos determinan. En relación con la política escolar significa que si políticamente se quisiera promover mejor a los escolares de todas las clases sociales, debería resultar que los niños fueran de hecho más inteligentes.  

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