lunes, 4 de febrero de 2019

ASCENDENCIA REAL


 Ana Azanza por la traducción


Carlomagno, rey de los francos, emperador del sacro imperio romano germánico, el gran pacificador de Europa es tu antepasado. Lo digo suponiendo que eres un descendiente de europeos, suposición no sin razón y puede que no definitiva. Si no lo eres, un poco de paciencia y llegaremos pronto a tu verdadera ascendencia real. 

Junto con Alejandro y Alfredo, Carlomagno es uno de los pocos reyes que ha logrado ser llamado Grande. Sus comienzos son misteriosos, parece que nació alrededor de  742 , justo en el momento en que Justiniano estaba expulsando millones de habitantes al extremo este del moribundo imperio romano. El lugar preciso de su nacimiento sigue sin saberse. Es probable que fuera Aquisgrán, hoy en territorio alemán, Aachen, o Lieja en Bélgica.  Einhard, su criado y devoto biógrafo no da muchos detalles sobre los primeros tiempos de Carlomagno en su obra "Vida de Carlomagno".  El mero hecho de la existencia de ese libro muestra lo importante que fue, o la importancia que le dieron, ya que es probablemente la primera gran biografía de un dirigente europeo.  En muchos idiomas europeos, la palabra "rey" deriva del nombre de Carlomagno. 
Fue hijo de Pipino el breve, un agresivo rey  que expandió el reino de los francos hasta su muerte ocurrida de vuelta de una campaña contra los rebeldes de Aquitania en 768. Carlomagno se convirtió en su sucesor y continuó la expansión con determinación. Guerreó contra los sajones en el nordeste, contra los lombardos en Italia, contra los musulmanes en España. Sacó rendimiento a las buenas relaciones de su padre con el Vaticano y en 800 fue coronado empreador del sacro romano Imperio por León III en la basílica de san Pedro, un momento tan crucial que Carlomagno distinguió a León regalando al papa el santo prepucio, una de las reliquias medievales más cotizadas. 


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Carlomagno tuvo al menos 18 hijos de sus mujeres y concubinas. 8 fueron hijos de su segunda esposa, Hildegarda de Vinzgau. Algunos de sus hijos son: Carlos el joven, Pipino el jorobado, Drogo de Metz, Hruodrud, Ruodhaid, Adalheid, Hludowico, sin olvidar Hugo. Carlomagno consolidó eu reino instalándolos  en los sucesivos reinos que iba añadiendo a su imperio. Las genealogías reales son las únicas documentadas hasta la edad moderna, y la descendencia de Carlomagno es copiosa. Podemos seguir un camino directo que va desde su hijo Luis el Piadoso, vía Lotario, Berta, Willa, Rosele, 8 hombres llamados Balduino, a través de los siglos hasta llegar a una familia holandesa del siglo XXI, los Backer-Dirk, cuya genealogía se puede consultar en internet.  
Entre sus descendientes están Joachim Neumann, yn predicador protestante alemán del siglo XVII que buscó paz y tranquilidad lejos del mundanal y eclesiástico ruido de   Dusseldorf en una cueva a orillas del río Dussel. Se cambió el nombre de Neumann a la versión griega que también significa hombre nuevo. Y allí fue donde un siglo más tarde se encontró al "hombre nuevo" en el valle de  Joachim Neander—el hombre de Neanderthal.
En alǵún momento de finales del siglo XIII vivió un hombre o una mujer de la que proceden todos los europeos 
No es sorprendente que en el mundo de los genealogistas aficionados ser descendiente de una familia imperial sea considerado primera clase. Descender de un personaje histórico aporta prestigio, dado que la mayoría de los humanos entraron y salieron de la existencia sin dejar ni siquiera huella histórica de su aliento. Saber que corre por nuestras venas sangre real y no de cualquier rey, sino del primer emperador del sacro imperio es impresionante.  
Christopher Lee—el actor que encarnó a Drácula;  Saruman el blanco; el Hombre de la pistola de oro, Scaramanga; el Jedi Conde Dooku; y The Wicker Man Lord Summerisle—desciende directamente de Carlomagno a través de su madre, la condesa Estelle Marie (nacida Carandini di Sarzano):
La familia Carandini es una de las más antiguas de Europa que se remonta al primer siglo de nuestra era. Y se cree descendiente del emperador Carlomagno, por lo que tiene derecho a portar el escudo del Sacro Imperio Romano que llevaba Federico Barbarroja.1







Quizás lo dijo para realzar su imagen siniestra por haber interpretado algunos de los peores caracteres en la historia del cine. La mayoría de la gente no tiene un escudo nobiliario como el gran Príncipe de las Tinieblas, pero si eres europeo, eres descendiente de Carlomagno. ¡Dios salve al Rey!

 Todos somos especiales lo que significa que ninguno lo somos. Es un puro juego de números. Si tienes dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos...etc, cada generación de antepasados duplica el número anterior. Pero esta multiplicación no se extiende indefinidamente en el pasado. Si así fuera, si eso ocurriera al llegar a la época de Carlomagno habría  137,438,953,472 individuos antecesores tuyos. Mucha más gente de la que vivía entonces, ahora y de la que ha vivido en total.  Lo que significa que los pedigrees se pliegan sobre sí mismos en cuanto remontamos unas pocas generaciones y en vez de salir un árbol se convierten más bien en un arbusto o tela de araña. Puedes ser y de hecho eres descendiente del mismo individuo varias veces. La tatarabuela de  tatarabuela   podría tener esa posición en tu árbol genealógico dos o más veces, las líneas de descendencia nacen de ella y colapsan en tí. Cuanto más remontamos en el tiempo, más confluyen dichas líneas en unos pocos individuos. 

“Pedigrí” es una palabra derivada del francés medio “pied de grue”—pie de grulla—los dedos salen de una única articulación al final de la tibia, más o menos equivalente a nuestro tobillo. El pie de grulla describe una o varias generaciones de un árbol genealógico, pero ya no es adecuado cuando remontamos los siglos. Más bien cada persona es como un nódulo hacia el que fluye el pasado genético, y del que se repartirá en el futuro, siempre que tenga descendencia. 
Esto me parece relativamente fácil de entender. La lógica nos dice que hay mucha más gente que vive hoy en el planeta que la que hubo en cualquier momento del pasado, lo que significa que muy poca gente del pasado es antepasado múltiple de los que viven hoy. ¿Pero cómo podemos decir con seguridad que todo europeo actual es como Christopher Lee descendiente directo del gran pacificador europeo?


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La respuesta llegó antes de poder secuenciar el ADN y realizar un análisis genético. De hecho la dieron las matemáticas. Joseph Chang es un estadístico de  Yale University y quiso investigar nuestros antepasados no con la genética o los árboles genealógicos sino mediante números.   Al preguntar cuándo tuvieron  los europeos un antepasado común, construyó un modelo matemático al que incorporaba el número de antepasados que cada individuo con 2 progenitores tiene, y dada el tamaño actual de la población, el punto en el que se cruzarían todas esas posibles líneas de ascenso por los árboles genealógicos. La respuesta fue hace apenas 600 años.  En algún momento a finales del siglo XIII vivió un hombre o una mujer del que proceden todos los europeos,  si los archivos permitieran realizar todas las genealogías, lo que no es posible. 
Si decir esto parece improbable hay que recordar que  ese individuo  es uno de los miles de líneas de ascendientes que tú y cualquiera tiene en este momento del tiempo, y fuera quien fuera dicho anónimo representa una pequeña proporción de tu árbol o más bien red genealógica.  Si pudiéramos documentar el árbol familiar completo de todos los seres humanos 600 años atrás, entre la   impenetrable e intrincada red, cada europeo vivo podría seleccionar una línea que cruzaría las de todos los demás en los tiempos de Ricardo  II.
Los cálculos de Chang son todavía más extraños si remontamos más siglos. Mil años atrás los número nos dicen algo bien claro y desorientador. Un quinto de la gente que vivía entonces en Europa no son antepasados de ninguna persona actual.  Sus descendencias colapsaron en cierto momento, ellos o sus hijos no dejaron rastro. A la inversa el otro 80% es antepasado de todos los que hoy vivimos. Todas las líneas de ascendencia se unen en cada individuo en el siglo X.
Una manera de pensarlo es aceptar que cada uno de los descendientes de europeos tendría que tener billones de antepasados en el siglo X, pero entonces no vivía tanta gente, así que hay que tratar de meterlos en el número de personas que realmente había.  La matemática que sale de este aparente callejón sin salida es que todos los billones de líneas genealógicas coinciden no en un pequeño número de personas, sino efectivamente en todos los que vivían entonces. Por inferencia, si Carlomagno estaba vivo en el siglo IX, y sabemos que lo estaba, y si dejó descendientes que viven hoy lo que también sabemos que es cierto, es el antepasado de todos los que hoy viven en Europa.  
Ni siquiera importa que tuviera  18 hijos, considerable patrulla familiar en cualquier época. Aunque sólo hubiera tenido uno que le sobreviviera y cuya familia se hubiera propagado a través de los siglos hasta hoy, la historia habría sido la misma. El hecho de que tuviera 18 aumenta las posibilidades de que esté en el 80% más que en el 20% que no dejó descendientes actuales, la mayoría de sus contemporáneos de los que también desciendes si eres europeo, tuvieron mucho menos hijos, y sin embargo están también en tu árbol genealógico, inequívocamente, definitivamente y con seguridad cien por cien.
El ADN dice exactamente lo mismo que la matemática genealógica: nuestros árboles familiares no son árboles  sino mallas enredadas.
Al menos eso dice la teoría. Con la llegada de la secuenciación del ADN a precios asequibles tenemos la posibilidad de comprobar el resultado de las matemáticas.  El ADN es el portador de todos nuestros antepasados biológicos, tenemos el de nuestros padres, mitad y mitad. Y un cuarto del ADN pertenece a cada uno de nuestros abuelos. Si tienes un primo compartes con él un octavo del ADN: puesto que ambos tenéis dos abuelos en común. Esas partes de ADN compartido no son las mismas sin embargo. Y no se sigue dividiendo perfectamente en dos mitades a medida que vamos paseando por la genealogía. Recuerda que el ADN se baraja cuando se produce un espermatozoide o un óvulo, y cada "barajeado" es diferente. En el barajado reciente, es decir, tu genoma personal, hay grandes trozos que son idénticos al de tu padre o tu madre. Cuanto más cercanas son dos personas, más trozos de ADN comparten. Por eso los gémelos idénticos son idénticos, porque tienen todos los trozos iguales, y por eso los hermanos y los padres se parecen y aque la mitad del ADN es similar al de los demás. En genética llamamos a estas secciones de ADN idénticas por ascendencia  y son muy útiles para medir la relación de dos individuos. 
En 2013, los genetistas Peter Ralph y Graham Coop mostraron que el ADN dice exactamente lo mismo que la matemática genealógica de  Chang: Nuestros árboles familiares no son árboles sino mallas enredadas.  Buscaron segmentos de ADN idénticas por ascendencia en 2,257 personas de toda Europa, para mitigar la influencia de la reciente inmigración, todos los sujetos seleccionados tenían abuelos procedentes de la misma región o país. Midiendo los trozos de ADN podían estimar cuanto tiempo hace que se barajó ese mazo y por tanto en qué medida están relacionadas dos personas cualesquiera. La informática y el ADN han hecho avanzar este campo y es lo que muestran en su base de datos y los números que siguen. 

Los cálculos matemáticos de Joseph Chang no tuvieron en cuenta algo bastante obvio y es que las personas no se emparejan de manera azarosa. Normalmente elegimos pareja dentro del mismo grupo socioeconómico en una restringida área geográfica que comparte idioma. Pero con el análisis genético de   Coop y Ralph, no parece importar mucho. La ascendencia es tal que los genes pueden propagarse rápidamente a través de generaciones. Podría parecer que una tribu remota habría estado aislada indefinidamente de los demás durante siglos, por ejemplo en el Amazonas. Peor nadie está indefinidamente aislado, y sólo se necesita un pequeño número de personas emparejándose fuera de su reserva genética directa para que ese ADN descienda rápidamente a través de las generaciones. 
Chang lo tuvo en cuenta en un estudio posterior sobre antepasados comunes fuera de Europa en 2003 y concluyó que nuestro abuelo común a todos los que vivimos hoy en la tierra vivió hace  3,400 años.
Usó dos cálculos uno que sólo tenía en cuenta las matemáticas de la ascendencia y otro que incorporaba un modelo simplificado de poblaciones, migraciones, pueblos y personas. En el modelo computerizado un puerto tiene tasas más altas de migración y las tasas de crecimiento también son mayores. Con todos estos factores y otros el ordenador calcula cuando se cruzan las líneas de ascendencia y sale hacia el 1400 a.C. También coloca a esa persona en un lugar de Asia, aunque es probable que esto tenga que ver con ser el punto goegráfico central desde el que se calculan las migraciones. Si esto parece demasiado reciente o es desconcertante si pensamos en las poblaciones de Sudamérica y de las Islas del Pacífico, hemos de recordar que ninguna población ha permanecido aislada  durante un lapso de tiempo muy largo, ni siquiera en esos lugares remotros. La influencia de los españoles en América significa que sus genes se expandieron  rápidamente entre las decimadas tribus indígenas e incluso entre los pueblos más remotos. Los habitantes de los minúsculos atolones Pingelap y Mokil en medio del Pacífico incorporaron genes europeos cuando fueron descubiertos en el siglo XIX. También los grupos aislados por la religión como los samaritanos que son menos de 800 y están "secuestrados" en Israel han decidido superar los límites de su raza y expandir su limitado patrimonio genético. 
Eres un descendiente de sangre real porque todo el mundo lo es. Eres un descendiente de los vikingos porque todo el mundo lo es.
Cuando Chang fuvo en cuenta variables muy conservadoras como reducir el número de migrantes a través del Estrecho de Bering a una persona cada 10 generaciones, la época de nuestro común ancestro se remonta a hace 3.600 años.
No parece justo y muchos fruncen el ceño cuando lo oyen. No somos muy brillantes imaginando el tiempo de las generaciones. Vemos a las familias como las unidades discretas que son en el limitado tiempo de nuestra existencia. Pero donde no alcanza nuestra vista son fluidas y continuas y los árboles familiares extienden sus ramas en todas direcciones.  El párrafo final del estudio matemático y altamente técnico de Chang no es ninguna de esas cosas. Está bien escrito, lo que no suele ocurrir en este tipo de trabajos y merece la pena compartirlo:
Nuestro descubrimiento permite realizar una afirmación a tener en cuenta: no importa la lengua que hablamos ni el color de la piel que tengamos, compartimos antepasados con los hombres que plantaron arroz en la rivera del  Yangtze, con el que domesticó el primer caballo en las estepas de Ucrania, y con el que cazó los perezosos gigantes em los bosques de América, y con el que trabajó construyendo la gran pirámide de  Khufu.
Eres un descendiente de reyes porque todo el mundo lo es. Eres un descendiente de vikingos porque todo el mundo lo es. Eres sarraceno, godo, huno, judío porque....ya lo has pillado. Todos los europeos descienden de las mismas personas y no fue hace tanto. Todos los que vivían en el siglo X y tuvieron descendencia es antepasado de todos y cada uno de los europeos actuales. Incluyendo Calomagno y sus hijos  Drogo, Pipino, y sin olvida a Hugo.Si vienes del lejano Oriente, estás casi seguro de ser descendiente de  Genghis Kahn como se suele decir a menudo. Si eres un humano habitante de la tierra, puedes estar seguro de tener en tu árbol a Nefertiti, Confucio, o a cualquier otro personaje histórico. Cuanto más nos alejamos en el tiempo la certeza sobre nuestros antepasados crece aunque decrezca el conocimiento que tenemos de ellos. Resulta a la vez maravilloso, trivial, sin sentido y divertido.
La verdad es que todos somos un poco de todo lo que hay, y venimos de todas partes. Incluso si vives en los lugares más remotos de las islas Hébridas, o en el extremo del mar Egeo, compartimos un antepasado que se remonta a unos pocos siglos. Mil años atrás y los europeos compartimos todos los antepasados. Triplicamos esa cantidad de años y compartimos antepasados con toda la humanidad actual. En cierta medida, todos somos primos.   Me parece muy agradable saberlo, que es una luz cálida digna de ser compartida por toda la humanidad.
Las genealogías son algo desordenado y difícil. La genética es desordenada y matemática, pero muy poderosa si se despliega de la manera correcta. People are horny. Las vidas son complejas. Una historia secreta está escondida en el mosaico de nuestros genomas pero, atención:  No existe ninguna prueba científica que te diga donde se encontraba precisamente el ADN que tú  heredarías. La historia está repleta de movimientos fluidos de personas, tribus, países y los países, culturas e imperios nunca, nunca permanecen. En una escala de tiempo suficientemente larga, ninguna de las descripciones de personajes históricos se mantiene firme, unos pocos miles de años y tu ADN será enhebrado por millones de personas de cada cultura, tribu y país. Si quieres gastare el dinero en alguien con bata blanca para que te diga que procedes de una tribu germánica de guerreros en topless, or descendiente de Vikingos, Saracenos, Sajones,  Drogo de Metz, e incluso del gran Carlomagno, tú mismo. Yo y cientos de genetistas alrededor del mundo, nos encogemos de hombros y lo hacemos gratis. Y ni siquiera tienes que escupir en un tubo, Su Majestad. 

Adam Rutherford es genestista, escritor, y locutor de radio. Fue editor de Nature, y escribe en The Guardian.

2 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo.En mi arbol genealogico Carlomagno es mi ancestro directo 27.O sea que mi esposa de ascendia europea mucho mas que Yo es pariente cosanguinea ? Ademas, todos los pleveyos, feudos y demas entonces eran también parientes entre ello ? Y si....todos partimos de Adán y Eva.

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  2. Hola, los nobles descendientes de grandes personajes de la historia siempre han casado entre ellos hasta hace bien poco, y algunos lo siguen haciendo en la actualidad. Con el fin de conservar el patrimonio familiar dentro del linaje, existía mucha endogamia dentro de la misma familia con la esterilidad que eso conllevaba y que hacía que nacieran pocos individuos sanos. Todo eso no se ha tenido en cuenta en estos curiosos estudios e informes genealógicos. También es cierto que muchos personajes engendraban bastardos, aunque pocos de ellos eran reconocidos y podían llevar una vida cómoda que dejara descendencia saludable. Antiguamente los nobles eran muy pocos en relación con la población local, más o menos lo mismo que ahora. Estoy de acuerdo en que existen actualmente muchos descendientes de Carlomagno, pero no tantos como quieren hacernos creer. Yo mismo he desarrollado todas mis líneas genealógicas hasta el año 1540 en que se iniciaron los registros eclesiásticos y ninguna llega a ningún sitio que interese, y son muchas. Algunos individuos con su propio trabajo consiguieron cierta comodidad económica, pero la mayoría fueron más pobres que las ratas, y sus apellidos no dejan ver ningún atisbo de ascendencia noble. Solo por una de las líneas consigo enlazar con la nobleza española descendiente de reyes y ya por el año 1550, por lo que no es tan fácil descender de Carlomagno. Les animo a que desarrollen su árbol genealógico completo y se darán cuenta de lo que digo. Un saludo.

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