sábado, 9 de febrero de 2019

PAPEL DE LA ABUELA

Ana Azanza,  por la traducción, dedicado a una abuela reciente
La relación con la abuela es muy importante para los niños. Pero ¿cuál es su papel desde el punto de vista de la biología evolutiva? Según la llamada hipótesis de la abuela ésta puede influir de modo positivo en la
supervivencia de sus nietos. Dos equipos de investigadores han profundizado en lo que de verdad hay en dicha tesis. Los resultados muestras que efectivamente y sobre todo en los primeros años parece haber un positivo "efecto abuela". Dicho efecto depende de la edad y el lugar donde vive la abuela.

En algún momento de su vida toda mujer ha de enfrentarse a la menopausia. Termina así el período reproductivo de la persona, aunque por delante queda media vida. Esto que nos parece completamente normal es una rareza en el reino animal. Una fase post reproductiva tan larga sólo se da en algunos mamíferos como el pez espada y las ballenas de Grindel. De hecho, desde el punto de vista evolutivo es un fenómeno que no tiene mucho sentido. Todo individuo se esfuerza por transmitir sus genes de la manera más eficiente y el mejor modo de hacerlo es reproduciéndose y teniendo una descendencia propia. Una vez que se ha realizado esta tarea, y hablando desde el punto de vista puramente biológico, ¿merece la pena seguir viviendo sólo desde el punto de vista biológico?, ¿por qué las hembras de la especie humana sobreviven tanto tiempo después de ser reproductivas?

Investigando a las abuelas

Buscando una explicación al enigma los biólogos evolutivos han desarrollado la hipótesis de la abuela, que formulada dice así: las mujeres mayores pueden seguir trabajando por sus genes cuando ayudan a sus hijas en la crianza de los nietos. La presencia de una abuela puede aumentar significativamente las oportunidades de supervivencia de los niños. "Esta hipótesis se ha puesto a prueba en mucho lugares. En parte parece plausible y en parte no", dice Fanie Pelletier de la universidad canadiense de Sherbrooke.

Para aclarar estos resultados contradictorios, dos equipos de investigadores han renovado la hipótesis teniendo en cuenta factores que hasta ahora no habían tenido a la vista.  Simon Chapman de la Universidad de Turku en Finlandia y sus colegas se hicieron la pregunta sobre la influencia de la edad de la abuela en su ser útil por estar presente. Para responder analizaron los datos procedentes de los registros parroquiales de la etapa preindustrial en Finlandia. Entonces la mortalidad infantil era muy alta. ¿En qué medida podía una abuela influir positivamente en la supervivencia de los niños nacidos entre los años 1731 y 1890?

Depende de la edad

El resultado es que una abuela presente aumenta la supervivencia de los niños entre los 2 y los 5 años de edad. La tasa de supervivencia aumenta en un 30%. Pero esto sólo ocurría cuando la abuela era relativamente joven. Si los pequeños convivían con una abuela de 75 años o más no sólo desaparecía el efecto abuela, incluso era contraproducente, y su presencia suponía una desventaja. La posibilidad de supervivencia se hundía hasta un 37% dicen Chapman y su equipo.

"Aunque no podemos decir con seguridad cuál es el mecanismo responsable de este fenómeno, sospechamos que hay una especie de competencia. Los padres tienen que repartir recursos limitados entre los hijos por una parte y por otra el cuidado de una abuela posiblemente enferma", dice Chapman. "La capacidad de una abuela para cuidar y apoyar a los nietos disminuye claramente con la edad", completa su colega Virpi Lummaa.

Ventajas de estar cerca
Pero no solo la edad y la posible mala salud asociada a ella inciden en el efecto abuela. También el lugar de residencia tiene su papel, como han demostrado Sacha Engelhardt de la la Universidad de Berna y sus colegas. Para la investigación utilizaron la información procedente de los primeros colonizadores franceses de Quebec. "En Quebec tenemos datos muy detallados del registro civil y de los libros de niños. Pudimos tener en cuenta el alejamiento entre las abuelas y sus nietos", dice Pelletier, autora del estudio. ¿Cómo afecta la distancia geográfica al potencial apoyo de la abuela al nieto?

Los datos recogidos entre 1608 y 1799 muestran que las mujeres cuya madre seguía viva tenían más hijos y que una mayor proporción de ellos llegaban a los 15 años. "Es interesante señalar que el efecto abuela disminuye con la distancia entre la madre y la hija", asegura Patrick Bergeron de la Bishop’s University en Sherbrooke. Cuanto más lejos vivía la abuela era más probable que la hija tuviera menos niños. "Cada 100 km un 0,6 niños menos por mujer, es muchísimo" dice Engelhardt.

Ayuda para las familias

Así parece que queda claro: la ayuda de una abuela puede suponer una ventaja significativa para las familias, y además tiene un sentido desde el punto de vista evolutivo. Sin embargo la utilidad para las generaciones siguientes depende de factores como el alejamiento geográfico y la edad de la abuela. "Envejecer con salud como ocurre en nuestras sociedad no es sólo decisivo para las personas mayores, También las familias se benefician significativamente de ello de muchas maneras", concluyen Chapman y sus colegas.

Fuente: Simon Chapman (Universität Turku, Finnland) et al., Current Biology, doi: 10.1016/j.cub.2018.12.052; Sacha Engelhardt (Universität Bern) et al., Current Biology, doi: 10.1016/j.cub.2019.01.027

1 comentario:

  1. Bien, ahora solo falta, Ana, que estudien la importancia biológica del abuelo. ¡Que la tiene! En mi caso, la figura más próxima, y el referente más claro en mi infancia fue mi abuelo paterno, Papapepe. Viajé mucho con él al campo y a Madrid. Lo asocio a mis más antiguos recuerdos. También el materno fue importante, Papagustín, aunque era menos "chiquillero". Y mis dos abuelas, por supuesto. Suerte tuve que pude disfrutar de todos ellos, de mi abuela María que era una señora encantadora y muy viajada y viajera, y de Juana, ¡todo un carácter, brutalmente veraz!, suerte de padres jóvenes y de ser primogénito. Incluso tengo recuerdos de una bisabuela que murió con 101 años, Sebastiana. Nos reservaba a los bisnietos aquellas monedas rubias y gordas de dos cincuenta pesetas. Nunca se creyó que el hombre hubiera pisado la luna.

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