El editor le propuso trasladarse a París por el éxito de su primera obra para "hacer carrera". Pero no tenía ganas de "hacer carrera" sino de llevar una vida justa y recta, como su padre que era un hombre justo y recto. Onfray se ha hecho famoso con sus libros y ha dado la vuelta al mundo con sus conferencias. Muchas de las personas que ha podido conocer las ha invitado a su pueblo, para que sus lugareños pudieran disfrutar también de la cultura. Pero se queja de que las autoridades locales no le han facilitado mucho las cosas.
Durante 12 años pintores prestigiosos han expuesto por su mediación de manera gratuita en un pueblo de 16.000 habitantes. Vladimir Velikovic, Ernest-Pignon Ernest, Gilles Aillaud, Bettina Rheims, Gérard Fromanger, Willy Ronis, Valerio Adami, Titouan Lamazou, Gérard Garouste, Robert Combas, Ben. Por cierto que el propio Onfray se encargaba de alojar y alimentar a todos los invitados. Valerio Adami, admirado por la iniciativa "universidad popular del gusto" quiso donar unos cuadros a la ciudad. Pero el alcalde no se dió por aludido. Onfray lamenta lo que hubiera podido ser el comienzo de un museo de arte contemporáneo sin tener que gastar dinero. Onfray tenía el proyecto de restaurar una casa del pueblo y ofrecerla tras su muerte a la municipalidad con todo su contenido, biblioteca, obras de arte, manuscritos e incluso legaría los derechos de autor post mortem. Un sitio Michel Onfray para la posteridad.
Pero los políticos municipales han maniobrado para que todo eso no ocurra. Y Onfray concluye que los ediles no aman al pueblo sino el poder que tienen sobre él. Ha propuesto mejoras como transformar el lugar en ciudad del Caballo con un museo en el centro de la ciudad. Buscó a un paisajista de la escuela de Versalles para el diseño de un jardín botánico pedagógico. También quiso crear un festival de teatro con los honorarios que obtuvo de una fundación por conferencias y que quería colaborar. Tampoco fue escuchado.
Consiguió montar obras de teatro gratuitas con la ayuda de un profesor del Conservatorio nacional de Bruselas. El alcalde no se lo facilitó cuando fue necesario. La ciudad iba a comprar una obra de teatro y la compra quedó en el aire en represalia.
Onfray creó la Universidad Popular del Gusto como un instrumento de educación popular. Con su huerto adosado que permitía reinsertar socialmente a gentes modestas y heridas. Todo esto le ha valido muchos problemas que detalla en el artículo, algunos de los colaboradores no se portaron honestamente. Y como no encontró el apoyo del alcalde tuvo que cancelar dicha Universidad del Gusto. Onfray ha invitado durante siete años al pueblo a todo tipo de personajes: cocineros famosos, propietarios de viñedos, artistas, universitarios, cineastas..., acudían de forma gratuita y con el afán de ofrecer horizontes de formación a personas que por sus medios no pueden acceder a la cultura. Un volcán de actividad en favor de la cultura popular que se ha visto apagado por la ineptitud y mala voluntad de los políticos municipales.
El final de dicha Universidad Popular del Gusto coincidió con el último año de vida de la mujer de Onfray. A principios de agosto Marie Claude falleció y el alcalde envió el pésame por medio de una llamada telefónica de la secretaria. Son muchos desplantes para alguien que se ha molestado en poner al pueblo de Argentan en el mapa y que se ha preocupado por la cultura popular. El filósofo, que voluntariamente decidió no tener hijos, canalizaba el dinero de sus conferencias y sus libros hacia el bien cultural de su comunidad. Y precisamente de los que más difícil lo tienen. Me parece digno de elogio que un filósofo de su talla, mundialmente famoso, no se olvide de la gente más pequeña y más cercana y que dedique tanto esfuerzo y dinero a mejorar su formación.
Tras el entierro de Marie Claude, Michel Onfray deja Argentan. Desmonta el lugar donde tenía lugar el teatro y todas las actividades culturales. La universidad popular se la lleva a Chambois y a Caen, donde se instala. Argentan se queda sin museo de arte contemporáneo, sin ciudad del caballo, sin gastronomía ni enología, sin teatro y sin un restaurante de reinserción para el que también había buscado la financiación.
En esta última aparición televisiva habla de meditación, de poner menos libros entre nosotros y el mundo. Para alguien que ha dado la vuelta a la historia de la filosofía e incluso ha escrito una contrahistoria de la misma no está nada mal.
Le preguntan sobre sus tres últimas obras, sobre la vida y la muerte. Habla de qué es la identidad y cómo la construimos. De qué es una vida filosófica. Onfray no se pone a sí mismo de ejemplo, acude a ejemplos de personas anónimas que llevan sus cargas con dignidad y que como no son nadie, no salen en los medios de comunicación ni merecen la gloria.
Pero tanta generosidad e iniciativa en favor de los demás nos permiten arriesgar al decir que en la vida de Michel Onfray hay sinfonía entre lo que predica y lo que hace. Aunque él no quiere sacar todavía todas las conclusiones del último acontecimiento luctuoso que ha vivido.
Pero tanta generosidad e iniciativa en favor de los demás nos permiten arriesgar al decir que en la vida de Michel Onfray hay sinfonía entre lo que predica y lo que hace. Aunque él no quiere sacar todavía todas las conclusiones del último acontecimiento luctuoso que ha vivido.
Veo pertinente este programa y este evento de la vida de Onfray. La enseñanza sobre cómo ha vivido la enfermedad y la muerte de su mujer son tan o más importantes que todo lo que escribe. La muerte está permanentemente presente. Enseñanza de la filosofía llevada a la vida.
'Primum vivere, deinde philosophia'
ResponderEliminarLa disensión y el conflicto entre la política y la filosofía auténtica, como sabes, Ana, viene de muy lejos. Tras seccionársela, Zenón de Elea, fundador de la dialéctica según Platón, le escupió su propia lengua al tirano que le mandaba callar. Platón tuvo que soportar la esclavitud y el secuestro por parte de ambos Dionisios. Al que manda le resulta incomprensible que alguien prefiera vivir y saber (vivir), a mandar...
Te dejo, para ver cómo el aire resucita las hojas caídas en el parque y las convierte en pájaros melancólicos...
Me llama la atención que vuelve a salir el tema de la muerte en este programa. La enfermedad, el dolor, la muerte....para vivir con dignidad hace falta bien poco. Seguimos con la veta cínica perdida de la filosofía.
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