Se pueden activar los subtítulos.
Autora Ana Azanza
En esta conferencia Michel Onfray defiende con pasión el materialismo, hedonismo, ateísmo, la ironía y su filosofía alternativa a la filosofía académica. Se puede no estar de acuerdo con todo el contenido que expone pero hay que reconocer que Onfray tiene argumentos y capacidad de convicción. La filosofía del museo como él dice no es muy útil a la sociedad.
Un primer punto que merece ser subrayado en Onfray es su tesis de que la biografía del filósofo dice más que sus obras. Le gusta que los filósofos lleven una vida filosófica. De ahí su interés por el pensamiento griego y romano, época en la que los filósofos no eran "burócratas" de la filosofía. Reprueba el absurdo de las tesis doctorales contemporáneas, él también hizo una. Ese cortar, pegar y recoser lo que otros dijeron carece de sentido social. Y se sufre mucho, podríamos añadir, haciendo una tesis doctoral. Personalmente me desmejoró. El estructuralismo estropeó la filosofía interesándose por lo "microscópico" de los textos y olvidando la vida y personalidad del que los escribe.
Otra característica de Onfray es su gracia para arremeter contra el "star system" de la filosofía francesa. Lo borda y no deja títere con cabeza. En especial en su último libro sobre Camus se explaya contra los Sartre y Beauvoir que es un gusto. Espero colocar algún día el vídeo en el que presenta esta obra. También su libro sobre el crepúsculo del ídolo Freud se las trae. Hay psicoanalistas que ante esa publicación han montado en cólera como Elisabeth Roudinesco que según he entendido ejerce de gran sacerdotisa del psicoanálisis francés, pero hay otros como Boris Cyrulnik que reconocen las verdades que Onfray ha sido capaz de poner de relieve sobre la vida del creador del psiconanálisis. En la vida de Freud hay muchas sombras. ¿Qué menos se podía esperar en el gran profeta del inconsciente?
Onfray descubrió la filosofía antigua gracias a su profesor Jarphagnon, ya difunto, con el que sin embargo mantiene diferencias de opinión. Diógenes Laercio es la fuente de información sobre los filósofos antiguos y nos muestra el enciclopedismo del que éstos gozaban. El filósofo tiene que interesarse por todas las cosas. Demócrito era de esa clase. En esta conferencia lo opone a Platón, el filósofo oficial de la academia. En este ataque a Platón como aliado del poder no seguiré a Onfray, que identifica a idealistas, "colaboradores del poder", religiosos y espiritualistas como la encarnación de todas las desgracias para la filosofía. En particular dice que si Demócrito no es conocido en parte se debe a la acción de Platón para ocultarlo. Tampoco comparto su no creencia en la existencia de Jesús. Es probable que Onfray tenga razón cuando afirma que almas bienintecionadas añadieron menciones a Jesús y a los cristianos en Suetonio y Flavio Josefo. No tengo medios de saberlo, pero es probable. Tampoco era el objetivo de Jesús crear la religión del imperio y sin embargo eso fue lo que pasó. Pero todo ello me parece que no son razones para dudar de su existencia.
Muy atinadas informaciones sobre los copistas de la edad media, personas no especialmente letradas, que a veces copiaban tonterías porque no entendían lo que estaban escribiendo. Además de que a menudo en tiempo de crisis usaban pieles ya usadas para escribir encima, los célebres palimpsestos.
Los textos de Demócrito representan el 80% del corpus presocrático y sin embargo Heráclito y Parménides que ocupan menos han pasado a la historia. Da una explicación plausible sobre la relación entre oscuridad de un texto y profundidad que se le presupone. Pero que conste: "la razón por encima de todo es el invento de Demócrito", Nietzsche dixit. ¿Por qué entonces no es tan conocido? las claves en la conferencia.
Schopenhauer y el puercoespín, una gran metáfora desconocida de las relaciones humanas. La soledad del filósofo, ateísmo, alegría, hedonismo, el ser antes que el tener, no a la riqueza, no a los hijos, no al ascetismo...todo ello motivos de la risa de Demócrito. Para reír no faltan ocasiones, al final de la conferencia Onfray ofrece una retahíla bastante completa de ellas.
Es interesante el vídeo y el comentario, Ana. Onfray es un filósofo en el que no me he sumergido, aunque siempre prefiera la filosofía francesa. A veces es la casualidad la que te lleva a un filósof y no a otro y lo cierto es que no me gusta pasear superficialmente por ningún filósofo. Cuando tenga un tiempo para dedicarme a él lo haré, tus comentarios me resultan muy sugerentes para hacerlo.
ResponderEliminarGracias por lo que dices.
ResponderEliminarReconozco que me ha entrado la Onfraymanía, no es nada sofisticado este Onfray. Tras la razón pura, la práctica, la técnica, la cínica, él ha inventado la razón popular. Es algo que me hace sintonizar mucho con él, la preocupación por sacar la cultura en general y la filosofía en particular de los cenáculos. El saber debe expandirse al pueblo, porque es una ayuda para la vida, y facilita la felicidad, serenidad, o como quiera que llamemos al equilibrio en la lucha por la existencia.
Por otra parte su compromiso cívico. No puedo permitirme el lujo de hacer como él, pero lo considero un gran ejemplo, una misión que él mismo se ha dado, dejar la comodidad de ser profesor de instituto y lanzarse a otro tipo de enseñanza en la universidad popular. Me hace gracia imaginar qué pasaría si un filósofo español se propusiera dar un curso de filosofía una vez por semana de manera gratuita a la gente que quiera venir, sin inscripción ni nada, sólo por gusto, quien quiere viene cuando quiere y se va cuando quiere. A lo mejor sería un problema, los demás profesores lo tacharían de loco, siguiente obstáculo ¿cuál de los dos partidos te ha contratado? por qué entonces cuando cambien las tornas despídete...¿iría la gente a algo así?
Es todo un fenómeno mediático que habla para que le entienda el tonto, el listo, el culto y el analfabeto. No habla para hacerse el interesante.
Su decisión de dedicarse a la expansión de la filosofía está unida a un acontecimiento electoral, cuando vió que Le Pen pasó a la segunda vuelta de las presidenciales. Preocupación por su país y por su gente, se justifica el miedo de las clases obreras y el refugio en el nacionalismo y racismo, pero hay que enseñar a la gente a no tener miedo, a usar la razón.
Su amor al terruño, no piensa moverse de su pueblo para ir a París a triunfar, su amor a su madre limpiadora y su padre obrero agrícola que lo llena de "orgullo y satisfacción", venir de una familia humilde, de trabajadores, que gracias a la educación nacional y becas ha podido hacer una carrera universitaria. Su compromiso con esas gentes que no tienen voz, el amor a sus raíces, y sus ganas de devolver y hacer fructificar en la sociedad lo que la vida le ha dado, que otros que no tienen tantas oportunidades participen y se beneficien de lo que él ha conseguido.
Me parece que lleva la vida filosófica que predica.
Además es muy ameno, con gran capacidad de argumentación y sentido del humor.
Se da cuenta de que no se trata de acercar la cultura al pueblo halagándolo o "bajando el nivel", sino dando la mano y haciendo subir: "mira no es tan difícil, primero un pie después el otro. Tú también puedes comprender la filosofía y disfrutarla".
Hay cuatro cosas que no comparto de lo que dice pero por todo lo demás, seguidora incondicional ¿Cuándo fructificará alguien así en España?
Está muy bien lo que explicas, Ana. pero piensa una cosa Onfray puede hacerlo porque vive d elas ventas de sus libros y esto e sposible en Francia, no en España. Me parece que desde los institutos podemos hacer algo similar. Estoy totalmente de acuerdo con la filosofía mundana que defendeis. También es verdad que aquí, como seguramente en Francia, hay mucha arrogancia de profesores universitarios de filosofia, bastante mediocres por otra parte. Por lo que conozco en los intitutos hay gente mejor en este sentido.Y a veces más brillantes.
ResponderEliminarUn abrazo