jueves, 28 de marzo de 2019

NUESTRA RELACIÓN CON LOS ANIMALES


INCOMPATIBLE CON NUESTRA MORAL 17.10.2016

Ana Azanza por la traducción



Richard David Precht habla sobre nuestra relación con los animales incompatible con la moral

El filósofo Richard David Precht es muy optimista y piensa que habrá progreso en la protección de los animales. La sociedad tiene que ampliar el radio de su empatía a los animales. La relación actual que tenemos con ellos no es compatible con nuestras representaciones de la moral, liberalidad y sensibilidad.


 Susanne Fritz entrevista a Richard David Precht
Der Publizist und Philosoph Richard David Precht, aufgenommen am 24.11.2014 in Köln. (picture alliance / dpa / Oliver Berg)
El filósofo Richard David Precht se ocupa de los animales en relación con la ética desde hace un cuarto de siglo (picture alliance / dpa / Oliver Berg)
Richard David Precht, (1964), filósofo y escritor, es uno de los intelectuales más conocidos en alemán. Profesor honorario de filosofía en  Lüneburg de Filosofía y Estética en  Berlín. Sus libros "¿Quién soy yo y cuántos?", "Amor, un sentimiento desordenado", "El arte de no ser egoísta" han sido traducidos a más de 40 idiomas. Desde   2012 presenta el programa que lleva su nombre "Precht" en la cadena alemana  ZDF.  En 2016 publicó "Pensar los animales: derecho de los animales, límites de los seres humanos".

Susanne Fritz:En Alemania viven unos  7,8 millones de vegetarianos y alrededor de 900.000 veganos. Entre otros motivos están los deberes éticos con los animales. Una gran parte de la población occidental come más carne que nunca. Se debe a que no han visto el horror de las granjas donde se crían los animales y menos aún un matadero. Y sobre todo porque nuestra relación con los animales se basa en una ética que los considera cosas más que criaturas.  ¿Por qué? Filosofía y religión han dado forma a nuestra conducta y actitud hacia los animales.  De ello hablamos con el filósofo  Richard David Precht. Acaba de sacar un libro sobre ética animal con el título "Pensar los animales: derechos de los animales, fronteras del hombre". Sr. Precht, la relación que tenemos con los animales es contradictoria hasta rayar en lo grotesco, por una parte mimamos a nuestras mascotas, perro, gato, conejillos de Indias, por otra los explotamos sin piedad. Pero todo eso lo sabemos desde hace mucho. ¿Qué le impulsó a escribir un libro sobre cómo tratamos a los animales?

Richard David Precht: Pienso que el tema está en el aire y es más  urgente que nunca por lo siguiente: por un lado el número de vegetarianos y veganos ha crecido mucho en nuestro país, muchos jóvenes ya se niegan a comer carne. Y por otro la matanza de animales es tan grotesca como hace 20, 50 ó 100 años.
Hühner in einer Halle auf Todd Chapmans Geflügelfarm in Clermont im US-Bundesstaat Georgia (picture alliance / dpa / Erik S. Lesser)Gallinas en una granja de Georgia EEUU (picture alliance / dpa / Erik S. Lesser)
En otras palabras, estamos construyendo fábricas de animales donde en algunos casos se crían hasta 300.000. La contradicción es enorme, cada vez es mayor la brecha entre lo que la gente piensa que es éticamente correcto en relación con los animales y lo que hacemos

En la edad de piedra el ser humano se sentía parte de la naturaleza.

Fritz: Repaso de la historia cultural de la humanidad ¿cómo era la relación del hombre con los animales antes del cristianismo?

Precht: Suponemos que los cazadores de la edad de piedra no se veían a sí mismos como algo distinto a la naturaleza, no tenían esta noción actual nuestra: por un lado la naturaleza, por otro la cultura humana. Vivían y se entendían como parte de la naturaleza y según eso así actuaban y era su relación con los animales.

Hemos hallado expresivos testimonios de ello, en el Neolítico enterraban a toda la familia y al lado enterraban al perro o al ganado,  en la misma cámara funeraria. Es una muestra de que sentían un parentesco con los animales y que se veían como parte de la naturaleza.

Hace 10.000 años empezó la cría de animales

Fritz: ¿por qué cambió la relación del hombre con el animal?

Precht: El verdadero y gran cambio se produce con la expansión de la agricultura y la ganadería, la llamada revolución neolítica. En ese momento los animales sirven para comérselos y su vida está en manos del hombre, entonces la relación del hombre con los animales se vuelve más objetiva. Se trata de un proceso que no dura un día sino más de mil años.

Hace 10.000 años empieza la cría del ganado con perros. En algún momento se incorporan gallinas y resto de ganado. En el curso de este proceso cambia la relación del hombre con el animal, los animales ya no se ven como un compañero con el que se comparte la vida, sino como algo que forma parte del entorno del que  sacar partido.

Fritz: ¿Podemos decir que el dominio de la naturaleza fue a la vez un proceso de alienación con respecto a ella?

Precht: Sí es lo curioso, cuanto mayor es el dominio del hombre sobre la naturaleza, más sin alma se le aparece todo lo controlado por él. Con el triunfo de la tecnología y la cultura humana ya no vemos el valor de los animales, no los percibimos como seres vivos animados, sino como algo que podemos manejar y gobernar a discreción.

"No hay religión más amiga de los animales que la del antiguo Egipto"

Fritz: El respeto por la naturaleza y los animales se fue perdiendo cada vez más, los sistemas filosóficos y las religiones monoteístas justificaron el dominio humano sobre los animales. Pero no todas las religiones perdieron el respeto a los animales. En las representaciones del antiguo Egipto 2000 años antes de Cristo el animal tenía un significado muy especial. ¿Qué nos puede decir de ello?

Abydos, Thot übergibt Pharao Sethos I. die Kronen von Unter- und Oberägypten, Relief im Tempel Sethos I. (dpa/picture alliance/Friedel Gierth)"Los antiguos egipcios tenían una relación especial con los animales“ (dpa/picture alliance/Friedel Gierth)
Precht: Sí no hay religión más amante de los animales que la egipcia. Hay que decir que hoy Egipto es un desierto pero hace  2.000 ó 3.000 años se parecía más al  Serengeti. Había elefantes, antílopes, gacelas, hipopótamos, un biotopo como la actual sabana africana.
Podemos decir que los antiguos egipcios tenían una relación de convivencia con la naturaleza, tenían el sentimiento de vivir en medio de la vida. Los egipcios no se representaban cielo y tierra como dos mundos separados. Eso lo discurrieron los pueblos del desierto, sino que pensaban que había un ciclo de la vida muy unido a las mareas del Nilo.

Es una relación con la naturaleza muy distinta a la actual, por ello no es de extrañar que un tercio de su cielo estuviera poblado de figuras de animales, hubo un culto a los animales a los que se embalsamaba, y eso significa que en ellos veían fuerzas espirituales y energías divinas que los poseían.


El judaísmo objetivó a los animales

Fritz: Las religiones monoteístas combatieron decididamente el culto a los animales y acabaron por prohibirlo. Los cristianos en cuanto pudieron destruyeron los lugares de culto en Egipto. El animal sufrió una gran pérdida de significado, se considera que el hombre ha sido creado para mandar en exclusiva sobre la naturaleza. ¿Cómo describe el judaísmo la relación con el animal?

Precht: La diferencia entre los egipcios y el judaísmo está muy bien enfocada en el tema de la creación. En la historia de la creación relatada en el Génesis vemos como Dios hace el mundo en 6 días y todo su sentido estiba en ser el perfecto escenario y hábitat para que viva a sus anchas la mejor de todas las especies, la humana. Hasta las estrellas las puso Dios para que el ser humano no se perdiera por la noche.
De modo y manera que asistimos a una perfecta visión antropocéntrica del mundo. En esta composición de lugar el animal no tiene un gran significado. Por supuesto que está el relato yahvista, más antiguo relato de la creación según el cual Dios antes de hacer a la mujer hizo a los animales, para que el hombre no estuviera solo, pero como la cosa no funcionó muy bien, por eso decidió hacer a la mujer. Vemos aquí restos de religiones animistas procedentes de los cananeos, un pueblo cuyas creencias vinieron a mezclarse con las de los judíos.
Pero en general podemos decir que el judaísmo cosifica a los animales, los ve de algún modo como alimento y como fuerza de trabajo, como los bueyes que trabajan los campos, pero ya no son criaturas como los es el hombre ni compañeros en el ciclo espiritual y religioso de la vida.


El cristianismo considera que sólo el hombre tiene alma 

Fritz: El cristianismo asimila la Biblia Judía y la canoniza como el antiguo testamento. ¿En qué se diferencia el cristianismo del judaísmo en relación con los animales?

Precht: En el judaísmo hay algunas máximas éticas concernientes a los animales. Hay que tratar bien a sus bestias, una muy conocida es que Dios ordena al hombre no ponerle un bozal al buey que trilla para que pueda respirar mejor y beber. Es un mandato "amistoso" con los animales.
Pablo se refiere a este pasaje cuando afirma: "Lo que allí se dice no se refiere a los bueyes sino a los hombres", es decir que hay que entenderlo de modo metafórico "¿acaso se preocupa Dios de los bueyes?" se pregunta Pablo "¿no está hablando todo el tiempo de nosotros los hombres?".
En ese pasaje vemos que el cristianismo desarrolla algo iniciado en el judaísmo, la cosificación del animal, proceso que progresa ininterrupidamente hasta que sólo el hombre tiene alma.


Fritz: También en el cristianismo existe la imagen del animal como criatura hermana del hombre, por ejemplo en la figura de san Francisco de Asís en los siglos XII y XIII. ¿Influyeron sus enseñanzas en la Iglesia católica?

Precht: Sí pero lamentablemente influyeron poco. Exagerando sólo un poco se puede decir que muy poco queda de la enseñanza social de Jesús en las luchas políticas de la iglesia medieval, del Renacimiento o de la época del barroco. Lo mismo ocurre con las enseñanzas de Francisco de Asís, a pesar de ellas, sigue cundiendo la imagen del hombre como único ser animado.
En realidad sirvió más bien de coartada, también la Iglesia tiene a alguien que fue capaz de reparar una telaraña para no privar a la araña de su sustento o que predicaba a los pájaros. Pero todo ello no tuvo mucha influencia en la enseñanza cristiana, Francisco quedó como alguien diferente y extraño. Lo hicieron santo enseguida para no tomárselo en serio.

Es característico del protestantismo el mandato de mandar sobre la naturaleza

Fritz: En la Iglesia protestante se considera a Lutero amigo de los animales, ¿cómo ha visto el protestantismo a los animales?
Precht: En general la iglesia protestante tiene una visión muy cosificadora de los animales, sin embargo hay que diferenciar la iglesia oficial por ejemplo el luteranismo. De Lutero tenemos dos frases sobre los animales. Sabemos que de joven en Italia se opuso con violencia a que se matara a un pájaro cantor. Hay también un pasaje muy controvertido en sus discursos, cuando un hombre se le acercó y le preguntó si su perro iría al cielo. Lutero contestó: "por supuesto, Dios creará un nuevo cielo para nuestros perritos y animalitos". Si se conoce bien a Lutero se da uno cuenta de que se trata de una broma y no de una afirmación de amistad hacia los animales.
Fritz: ¿Y qué pasa con Calvino?
Zeitgenössisches Porträt des Reformators Johannes Calvin (picture alliance / dpa)Retrato contemporáneo del reformador Calvino (picture alliance / dpa)
Precht: El protestantismo se ha distinguido por su dominio de la naturaleza. Con el calvinismo empieza el capitalismo y la representación de que la naturaleza existe para que el hombre la explote y se sirva de ella. Hay que decir que ya los antiguos estoicos tenían esta visión de las cosas.

En el Corán los animales están para comérselos

Fritz: Y en el Islam, la tercera religión monoteísta ¿cómo es la relación con los animales?

Precht: Nada esencialmente diferente a lo dicho para los cristianos. En el Corán se afirma que los animales están para que el hombre se los coma o los use como carga o montura. Hay algunas  frases del Profeta sobre los animales que se pueden considerar amigables hacia ellos, al contrario que Jesús, Mohamed pronunció con frecuencia este tipo de frases pero en general no hay gran diferencia con el cristianismo.

Muchos hindúes y budistas comen carne

Fritz: Al contrario que las religiones monoteístas, hinduísmo y budismo tienen otro tipo de perspectiva, ¿cómo influye la creencia en la reencarnación y la transmigración de las almas en estas religiones?

Precht: Una religión nacida en el desierto tiene una relación con los animales muy diferente a una religión nacida en la selva. Y en la muy húmeda y fértil India se ha originado otro tipo de conducta y perspectiva hacia ellos.

No es que no conozcamos muchos problemas que conocemos en el cristianismo desde el antiguo hinduismo, pero lo decisivo es la transmigración de las almas, una creencia que tuvo lugar en el Mediterráneo y en India al mismo tiempo 600 años antes de Critos. No sabemos mucho de las relaciones entre ambos lugares. En el Mediterráneo no prevaleció esta creencia. Platón es el último filósofo que cree en ello. La transmigración es una creencia que triunfa en Asia, desde India hasta China pasando por el Himalaya.
Quien crea en la reencarnación tiene una relación muy diferente con los animales que el que no crea. En cada animal hay un alma que anteriormente pudo estar en un ser humano. Esta creencia cambia las cosas totalmente.


Fritz:  ¿Tiene que ver con ello la prohibición de comer carne?
Precht:  Sí tanto los budistas como los hindús tienen ese precepto, pero en ambas religiones se dan muchas zonas de excepción. Y por ello muchos budistas y muchos hindúes comen carne. Hay un ejemplo significativo, cuando el budismo llegó al Himalaya encontró una cultura de gentes que viven de la cría del yak. En invierno a 3000 ó 4000 m de altura no hay mucho más que comer, sino es carne de yak. Así que hubo que contemplar la excepción, todo ello se hizo con muchas historias pero en general en el mundo budista se come menos carne. Estamos hablando de la historia de la cultura, no del presente. Por supuesto que si uno va al restaurante en  Shanghai sirven carne y es posible encontrar un  McDonald’s como en nuestro país.

Fritz: Los que practican la religión hindú renuncian a la carne pero no por compasión hacia la criatura ¿por qué lo hacen?
Precht: Hay dos cosas relacionadas. Primero la enseñanza sobre la transmigración de las almas comporta que cada persona ha de esforzarse por reencarnarse en la próxima vida en una forma superior, con el resultado definitivo una vez purificado totalmente de no tener que volver a reencarnarse, de liberarse del cuerpo. Para ello es preciso llevar una vida de alta exigencia ética.

Este tipo de vida comporta que hay que evitar el disfrute y la disipación en el placer. Comer carne no sólo nos disipa sino que es un placer innecesario. Y cuando se trata de llevar la vida más ascética posible, comer carne es problemático en un doble sentido. Primero por aquello de la reencarnación y segundo porque se trata de un ilegítimo disfrute, de glotonería.

Con Heráclito el hombre se convierte en un ser muy especial

Fritz: Nos ha contado que el ser humano a lo largo de su historia se ha ido alejando de los animales , en virtud de su inteligencia, pronto ocupará una posición especial, sobre todo en las religiones monoteístas el hombre se convierte en medida de todas las cosas. En algún momento el hombre mide su relación con la naturaleza y los animales a través de la razón, eso hicieron los griegos. ¿Cómo vieron los griegos la relación del hombre con los animales y con la naturaleza?

Precht: El gran cambio ocurrió con Heráclito, cuando habló del Logos divino que dirige el mundo, que está sobre él y que ilumina exclusivamente el alma del hombre que es suficientemente sabio e inteligente. El hombre se convierte en algo exclusivo y único. Parte de ese Logos que podemos llamar filosofía y que podemos llamar religión, esa creencia consiste en que el hombre es un ser particular porque participa de la razón que dirige el mundo, y se introducirá en la enseñanza  del cristianismo sobre el alma. Hasta hoy ha durado la representación del alma exclusiva del ser humano, que desde el principio es única e inconfundible con la de los animales. Tomás de Aquino dijo: "El alma del animal no puede participar de la inmortalidad porque no puede participar de la razón."

Fritz: Pero con el descubrimiento de la razón apareció la ciencia, otro modo de considerar la naturaleza.
Precht: Sí en los siglos XVI y XVII, se empieza a investigar sistemáticamente la naturaleza. Ya lo había hecho Aristóteles, pero luego vino un gran hueco, hubo que esperar a los tiempos del barroco para ponerse a clasificar todo lo que se veía en la naturaleza.
Der Naturforscher Carl von Linné 1707-1778 (imago / Leemage)El naturalista Carl Linneo 1707-1778 (imago / Leemage)
Al principio de la Ilustración  Carl  Linneo, destacado naturalista sueco, el primer investigador de la naturaleza que intentó realizar una inventario de todo y ordenarlo sistemáticamente. Se hizo una pregunta que ya Aristóteles se había hecho y es que el hombre, a pesar de su maravilloso Logos y su alma inmortal, resulta muy parecido al mono.  Y desesperadamente busca una marca distintiva. Por una parte el alma distingue al hombre de los animales, pero por otra es increíblemente parecido a ellos.

En el no conformismo protestante el animal es una criatura como el hombre

Fritz: Muchos científicos y filósofos del siglo XVII y a pesar de la Ilustración están muy marcados por la teología cristiana. Por ello todo lo que se desarrolla en la naturaleza lo ven como formando parte de un plan divino, la conciencia humana es la coronación de la creación divina. Sin embargo cambia la relación con los animales.   Vuelve a la mente de los hombres el sentimiento de compasión por la criatura maltratada. Háblenos de ello.

Precht: Sí claro se puede criticar mucho la cosificación de los animales por parte de judíos y cristianos, pero la palabra criatura aplicada a hombres y animales procede de un contexto religioso, los protestantes que llamaremos no conformistas, surgieron en el siglo XVII.
En esa época los puritanos, los cuáqueros, los pietistas tienen otra relación con los animales basados en fundamentos teológicos. Están convencidos de que el pecado original de Adán no sólo tuvo como consecuencia el trabajo doloroso y penoso y la enfermedad para la humanidad, sino que de modo bastante injusto los animales también participan de nuestras penas. También ellos han de morir, padecer dolor y todo el castigo inflingido al ser humano una vez que fue expulsado del paraíso. Por eso nos une a ellos el mismo destino. A todos nos ha afectado el pecado, hombres y animales se reencuentran en la palabra criatura, todos castigados en la tierra y todos hemos de ser salvados del castigo.

Las protectoras de animales proceden de una mentalidad pietista

Fritz: Y con estos pensamientos de que todos somos criaturas llega la protección de los animales.

Precht: La protección de los animales procede del pietismo y del puritanismo. Empezó en Inglaterra en el siglo XIX, luego pasó a Alemania. Las protectoras de animales se originan en esa mentalidad pietista: los animales como criaturas que necesitan nuestro cuidado y tenemos la obligación de disminuir su sufrimiento, no podemos tratarlos de modo bárbaro. Se organiza así la protección de los animales en el siglo XIX.

Fritz: En el XX la protección de los animales se refuerza. Proliferan las asociaciones preocupadas por los animales, y ya aparecen quienes no sólo se preocupan de protegerlo, también de sus derechos. Los animalistas exigen la abolición de matanzas masivas de animales, de los animales cobaya, de las granjas para la producción de pieles, de los zoos, de la caza. ¿cuáles son los argumentos de los defensores de los derechos de los animales?

Precht: Los animalistas argumentan con razones que ya estaban ahí desde finales del XVIII y principios del XIX. La cuestión decisiva sería si los animales pueden pensar o no, si pueden sentir o si pueden sentir como nosotros.
En ello se basa el pensamiento animalista, sobre todo el que fue actualizado en 1970 por el libro de Peter Singer Animal Liberation. Su argumento decisivo es que todo lo que es capaz de sufrir es capaz de conciencia y ha de ser éticamente considerado. No puede ser que un chimpancé que tiene más conciencia y posiblemente más capacidad de sufrir que un bebé no sea tomado en cuenta por la ética.

Defiendo una ética del no saber

Fritz: ¿Cómo estima Vd que debería ser una ética animal?

Precht: En la filosofía de los derechos de los animales clásica hay dos argumentos. Uno que son capaces de sufrir y otro que tienen una conciencia muy parecida a la humana.
Proteste der Tierschutzorganisation PETA in London anlässlich des internationalen Tags des Veganismus. (Imago / Landmark media)Protesta de la organización en defensa de los animales PETA en Londres con motivo del día internacional del Veganismo  (Imago / Landmark media)
Ambos argumentos tienen algunos pasajes difíciles. Por ejemplo si hemos de criar gallinas sin dolor, entonces habrá que pensar las jaulas en batería para gallinas ponedoras.  No creo que los animalistas estén pensando en ello pero muestra bien que la argumentación tiene sus puntos flacos.

El segundo argumento es que hay que proteger porque se parece y más cuanto más se parezca al hombre. Por ejemplo los chimpancés se merecen un trato ético, no estamos tan seguros de si se lo merecen las gallinas. Otra vez hacemos del hombre la medida de todas las cosas. Es un punto muy antropocéntrico y me parece problemático. Defiendo una ética del no saber. En vez de una seguridad absoluta sobre qué animal tiene conciencia y cuánta y hasta donde llega su capacidad de sufrir, mejor pensar siempre que estemos frente a formas complejas de conciencia y capacidad de sufrir, comportarnos de modo muy prudente, de modo que reflexionemos sobre que nos podemos permitir a nosotros mismos y a los animales.

Ampliar el alcance de nuestra empatía y meter en su radio de acción a los animales

Fritz: ALrededor de esos argumentos en favor de una ética animal se enfrentan el egoísmo de la especie humana y el lobby animalista. ¿qué posibilidades ve Usted de implementar una ética animal en términos sociopolíticos en un futuro próximo?

Precht: Estimo que hay esperanza, no creo en el egoísmo de la especie humana. Me parece una extraña invención, me parece que procede del famoso zoologo y escritor británico  Richard Dawkins. Seguro que no existe ese egoísmo de la especie, si existiera no habría guerra en Siria. No hay egoísmo de la especie, sólo un horizonte cercano en el que los seres vivos son más importantes que todo.
Muchas personas quieren a su perro pastor más que a las personas extrañas. Eso muestra que la frontera no es la especie sino qué consideramos que forma parte de nuestro mundo. ¿De qué nos sentimos responsables? Cuando nos sentimos responsables de algo, lo cuidamos más, mucho más que lo que está fuera de esa responsabilidad, esa es la frontera, me parece.

Los límites no están entre hombres y animales, y la cuestión es, si podemos ampliar nuestra empatía a los animales. En los últimos 200 años hemos visto aumentar constantemente la capacidad de "sentir con". Los hombres blancos ampliaron su empatía a los negros, al punto de estimar que estuvo mal la esclavitud. También han ampliado su radio de "sentir con" a las mujeres, algo que ha costado miles de años de lucha.



Soy optimista y pienso que se puede avanzar mucho

Fritz: Hay que decir que no sin presiones.
Precht: Sí claro, pero tenían el poder para impedirlo, por tanto si el radio de acción de la empatía no ha hecho más que crecer, y cuando eso pasaba la presión también crecía, lo mismo ocurre con los animales.  El movimiento feminista no prevaleció porque las mujeres comprometidas lucharan sino porque la opresión a la mujer ya no era compatible con una sociedad liberal. Creo que gran parte de lo que hacemos hoy en día con los animales simplemente ya no es compatible con nuestras ideas de moralidad, de sensibilidad, de sociedad. Por eso soy muy optimista en cuanto a que vamos a seguir progresando.

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