"PHILOSOPHIE ANTIQUE"
Gracias al blog de Luis Roca “MATERIALES PARA PENSAR” descubrí
al filósofo y autor Pierre Hadot. No es muy conocido y no lleva la fama y el
relumbrón de un Foucault o tantos otros filósofos galos admirados mundialmente.
No obstante su libro “Qu’est ce que la philosophie antique?” que acabo de devorar
literalmente me ha parecido una delicia.
La tesis del libro suficientemente demostrada y que lo hace
tan interesante es recordar al lector que la filosofía comenzó siendo un modo
de vida. Estamos acostumbrados a la filosofía como “historia de la filosofía”,
conocimiento histórico de autores, erudición sobre obras, párrafos y citas de
las que los egresados de las facultades actuales de filosofía somos auténticos
fanáticos.
Sin embargo Pierre Hadot demuestra en este libro paso a
paso, con sencillez y sin vanidad ninguna, que la idea inicial de la filosofía
en Grecia distaba mucho de ser el comentario de textos que hoy practicamos.
La actividad teórica de los filósofos antiguos ha de
situarse en una perspectiva diferente a la representación corriente que nos
hacemos de la filosofía. Empezando por Sócrates, para quien la elección de un
modo de vida no es la conclusión de un razonamiento filosófico. Más bien vemos
en el maestro de filósofos un interacción entre sus críticas irónicas a modos
de vida tradicionales, la visión global del mundo que es la suya y la decisión
de vivir como vive. Su modo de vida, paseante e interrogante, determina su
doctrina y el modo de enseñanza. El discurso filosófico arraiga en una elección
existencial, no a la inversa.
Interesante señalar que ese modo de vida no es solitario. La
filosofía se hace en grupo y comunidad. Alrededor de Sócrates y en la antigüedad
en general vemos que se desarrollan escuelas. Las escuelas filosóficas eran
sobre todo resultado de haber escogido “seguir a un maestro”, no sólo escuchar
sus lecciones. El discurso del maestro tiene que aclarar, ilustrar, manifestar
su opción existencial, opción que exige una conversión del discípulo, un cambio
de valores, una decisión por una vida especial.
El discurso filosófico mueve y conmueve por tanto, no sólo saca conclusiones y argumenta.
La filosofía está unida a la sabiduría y a la vez está
separada de ella. La filosofía antigua a partir del Banquete platónico acepta
que el filósofo no es un sabio, pero el discurso filosófico no se detiene ante
la sabiduría, continúa siempre. Se detiene ante ciertas experiencias que son
indecibles, a ellas se refiere sobre todo Plotino, también Platón sabe algo de
la mudez que siente el alma ante la belleza infinita del Bien.
No se trata de separar el pensamiento discursivo o discurso
filosófico del modo de vida, no hay que optar entre hablar y actuar, las dos
acciones se sostienen la una a la otra en el filósofo y en el aprendiz de filósofo.
No podemos separar el discurso socrático de la vida y la muerte de Sócrates.
Interesante el asunto de los ejercicios espirituales, Hadot
se refiere con esta expresión a las prácticas como el régimen alimentario, el diálogo,
la meditación o la contemplación que estaban destinadas a obrar una
transformación el sujeto que las practicaba.
En la primera parte del libro descubrimos el origen de la
palabra filosofía, la composición de palabras a partir de “filo” era algo
corriente en la Grecia
antigua, el amante del saber era un amante entre otros amantes de otras
actividades. En la segunda parte se hace un repaso de las escuelas de la Antigüedad,
de los modos de vida en ellas practicados. Destaca la escuela de Epicuro, en la
que encontramos la mayor sistematización de las prácticas de mejora enseñadas
por el maestro. Sus seguidores lo tenían por un autentico “gurú” e incluso hacían
retratos de él para tener siempre presente su ejemplo de vida. En la tercera
parte de la obra, Hadot expone los motivo históricos que llevaron en la
Edad Media a que la filosofía pasara a ser
concebida como una actividad puramente teórica.
La cuestión que se nos plantea al final es si después de tan
largo y tortuoso recorrido es posible redescubrir una filosofía actual como
modo de vida. Y si en efecto, la filosofía puede cambiar la manera de vivir de las personas.
En esta entrevista Pierre Hadot cuenta su propia conversión filosófica. Cuando empezó en 1939 Bergson dominaba la universidad, y de él aprendió que la filosofía no consiste en la construcción de sistemas sino en saber mirar ingenuamente en sí mismo y alrededor de sí. Reconoce que pese a esas tempranas enseñanzas fue muy metafísico en su juventud, Heidegger era el "último grito" filosófico en aquellos años y además Hadot practicaba la teología, interesándose en especial por la del siglo IV, los grandes desarrollos de los concilios trinitarios. Hacia 1960 descubrió en Wittgenstein una filosofía que pretendía ser sobre todo "terapéutica", una transformación.
Lamenta que en la filosofía contemporánea parece extenderse el hábito de hacer filosofía para sorprender a los propios colegas, con un vocabulario extraño o con teorías que en lugar de mirar sencillamente el mundo lo complican todo. La sofística, la retórica, se llevan la palma a veces en el gremio filosófico.
Las escuelas filosóficas de las que trata Pierre Hadot se formaron todas en el siglo III en Atenas, en la época de Alejandro Magno. Tras la destrucción de la ciudad por el dictador romano Sila, los escolares se dispersaron por la Hélade: platónicos, aristotélicos, cínicos, epicúreos, estoicos, escépticos se volcarán entonces en los textos.
Hadot especifica que al principio de nuestra era cristiana los filósofos disponían de unos pocos textos: el Timeo de Platón, el primer capítulo del Génesis y el primero del Evangelio de Juan que era discutido incluso por los filósofos paganos. En aquellos tiempos todos los filósofos aceptaban las "revelaciones", incluidos Platón y Aristóteles, los oráculos estaban a la orden del día. Al final de la Antigüedad los oráculos caldeos tuvieron una gran influencia.
Pierre Hadot es un gran "passeur", un transmisor, alguien que nos acerca a la actualidad unos textos muy difíciles de entender hoy por lo lejano que nos resulta el mundo antiguo.
En esta entrevista Pierre Hadot cuenta su propia conversión filosófica. Cuando empezó en 1939 Bergson dominaba la universidad, y de él aprendió que la filosofía no consiste en la construcción de sistemas sino en saber mirar ingenuamente en sí mismo y alrededor de sí. Reconoce que pese a esas tempranas enseñanzas fue muy metafísico en su juventud, Heidegger era el "último grito" filosófico en aquellos años y además Hadot practicaba la teología, interesándose en especial por la del siglo IV, los grandes desarrollos de los concilios trinitarios. Hacia 1960 descubrió en Wittgenstein una filosofía que pretendía ser sobre todo "terapéutica", una transformación.
Lamenta que en la filosofía contemporánea parece extenderse el hábito de hacer filosofía para sorprender a los propios colegas, con un vocabulario extraño o con teorías que en lugar de mirar sencillamente el mundo lo complican todo. La sofística, la retórica, se llevan la palma a veces en el gremio filosófico.
Las escuelas filosóficas de las que trata Pierre Hadot se formaron todas en el siglo III en Atenas, en la época de Alejandro Magno. Tras la destrucción de la ciudad por el dictador romano Sila, los escolares se dispersaron por la Hélade: platónicos, aristotélicos, cínicos, epicúreos, estoicos, escépticos se volcarán entonces en los textos.
Hadot especifica que al principio de nuestra era cristiana los filósofos disponían de unos pocos textos: el Timeo de Platón, el primer capítulo del Génesis y el primero del Evangelio de Juan que era discutido incluso por los filósofos paganos. En aquellos tiempos todos los filósofos aceptaban las "revelaciones", incluidos Platón y Aristóteles, los oráculos estaban a la orden del día. Al final de la Antigüedad los oráculos caldeos tuvieron una gran influencia.
Pierre Hadot es un gran "passeur", un transmisor, alguien que nos acerca a la actualidad unos textos muy difíciles de entender hoy por lo lejano que nos resulta el mundo antiguo.
En la época de Platón, la filosofía fue ciencia y política. Toda la ciencia de Platón tiene un fin político, porque el individuo aún se siente fuertemente vinculado a su ciudad y no concibe otra forma de vida que no sea comprometida con y por ella. Para Aristóteles, no tengo que recordártelo, la filosofía es theoría, en el sentido de contemplación y descripción de lo real. No obstante la ética de Aristóteles tiene el mérito de contenmplar los sentimientos como contenido concreto de la amistad (su ideal). Esto cambia con los diádocos de Alejandro, reyes distantes, tiranos forasteros, la vida "política" se deshace, el individuo queda abandonado a su suerte, es entonces cuando Epicuro, siguendo en parte la lección interiorista de Sócrates, propone una especie de vida monacal, cuya máxima principal es el abandono de la política por parte del sabio, el vivir oculto. Epicuro ya no es el aristócrata hedonista, mundano y bailarín, tipo Aristipo de Cirene, sino que se parece mucho más a un monje cristiano que se conforma con comer pan beber agua y estar rodado de amigos como hermanos. No es de extrañar que sea la biblioteca vaticana la que conserve los manuscritos más antiguos con las reliquias de la obra del de Samos (cuya familia por cierto era de origen ateniense).
ResponderEliminarPrefiero decir que son los monjes cristianos los que se parecen a Epicuro...él creó la "forma de vida" especial, en busca de una mejora personal.
ResponderEliminarSi tienes oportunidad no te pierdas este libro, estoy segura te encantará, ha sido un redescubrimiento de la filosofía in status nascendi... o como se escriba en latín...
Gracias, lo voy a buscar. Por cierto el libro de Hadot dedicado a Plotino es realmente ameno e interesante.
EliminarEl de Hadot es un Plotino tan amigable para el hombre moderno, que uno puede sentir que lo trascendente de Plotino queda diluído dentro de la subjetividad post moderna. Pero aún así, aunque más no sea por las muchas y excelentes citas, es un libro valioso.
Ref.: Plotino o la simplicidad de la mirada, por Pierre Hadot.
En el blog de E. Eskenazi pueden encontrar un adelanto: http://eskenazi.net16.net/hadot.html