tag:blogger.com,1999:blog-2044109935887147628.post5038862999110270347..comments2023-09-02T20:27:28.311+02:00Comments on Espíritu y Cuerpo: La fuerza mágica de la muerte según HegelJosé Biedma L.http://www.blogger.com/profile/04296778322076392326noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-2044109935887147628.post-71827338083388992322020-05-22T03:33:19.738+02:002020-05-22T03:33:19.738+02:00Que pensaba sobre la muerte hegelQue pensaba sobre la muerte hegelAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2044109935887147628.post-87334674050862399872013-11-11T04:46:06.276+01:002013-11-11T04:46:06.276+01:00Gracias por esas, diría 'bellas', observac...Gracias por esas, diría 'bellas', observaciones José. Y de mi parte también un abrazo a ambos. Máximo Lameirohttps://www.blogger.com/profile/16032434021701040191noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2044109935887147628.post-13980872590960954792013-11-09T19:23:35.780+01:002013-11-09T19:23:35.780+01:00"To die, to sleep; to sleep: perchance to dre..."To die, to sleep; to sleep: perchance to dream: ay, there's the rub" -murmura Hamlet.<br />La dificultad, el dilema... La huida.<br />Toda la cultura, cualquier cultura, se puede interpretar como un vasto conjuro contra la muerte. En lo material y en lo espiritual.<br />La conciencia es como una de esas lámparas que admiten grados, Encarnación. En Occidente alcanzó tal intensidad, constancia, hipertrofia, que ha estado algunas veces a punto de fundirse, o se ha fundido del todo. Es la conciencia de la muerte lo que asusta, ¡y activa! A más conciencia, mayor activación. El materialista que cree que no somos más que un relámpago entre dos nadas, bulle con la desesperación del libertino (carpe diem). Eros y Tánatos se tocan más de lo que pensamos. ¿Amaríamos si no muriésemos? Seguramente no.<br />La muerte es parte de la vida. La eternidad misma ya sería un infierno, tedio absoluto -como insinúa alguna de las máscaras de Drácula-. Los dioses alguna vez envidiaron la mortalidad de los humanos.<br />Y sin embargo, de un modo u otro, seguiremos siendo. Pues el ser no tiene adónde ir. Pues fuera de él, la inconcebible nada. Universos paralelos, multiversos, el tiempo y el espacio no son más que dimensiones locales. Así que nos espera lo que ni siquiera podemos imaginar. Ya lo sentenció el melancólico príncipe de Éfeso.<br />Un abrazo a los dos, Max, Encarnación, amigos, cuyas letras tanto me estimulan.José Biedma L.https://www.blogger.com/profile/04296778322076392326noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2044109935887147628.post-4018151780810560992013-11-03T06:58:51.786+01:002013-11-03T06:58:51.786+01:00Interesante lo que señalas Encarna. Es claro que h...Interesante lo que señalas Encarna. Es claro que hay diversas experiencias culturales sobre el fenómeno de la muerte. De hecho yo mismo he intentado estudiar el tema, concretamente asociado a la escatología, dentro de un marco conceptual muy distinto al hegeliano. <br /><br />Si te interesa puedes ver mi 'postmortem' en el siguiente enlace http://laescalera-sophia.com.ar/teosofia/post_mortem.pdf (por favor no pienses que hago 'autopropaganda', sólo lo menciono por si encontraras algo de interés ahí). <br /><br />Estoy de acuerdo contigo en ciertos puntos, pero no en todos: propongo ir por partes... <br /><br />Hegel como buen occidental moderno estaba centrado en el sujeto, y en ese peculiar fenómeno que es la conciencia de sí. Dentro de este marco intelectual y cultural, y a mi juicio con mucho acierto, el filósofo distinguió dos modos de ser: el ser en sí y el ser para sí. <br /><br />Ser 'en sí' es el ser considerado en su inmediatez, en el mero hecho de ser. Mientras que ser 'para sí' es el ser en tanto él mismo es alguien para sí mismo. Y en este ser para sí, en este volver a sí mismo, veía Hegel algo que trasciende lo natural inmediato. <br /><br />Ese 'salir' más allá del ser en sí y volver a sí mismo como 'ser para sí', es la fuerza de lo negativo. Hasta ahí Hegel (sobre simplificado, obviamente). <br /><br />Entonces, yendo a tu planteo, creo que tienes mucha razón en que no puede universalizarse es el lugar central que ocupa la conciencia subjetiva en la obra de Hegel. En eso acuerdo contigo, y pienso que el filósofo cedió a una clara tentación eurocéntrica cuando asumió que todo el derrotero del espíritu en la historia conducía a esa toma de conciencia del sujeto (que en su forma máxima llamaba 'el saber absoluto') <br /><br />Pero no estoy tan de acuerdo en que eso invalide las observaciones sobre la fuerza de lo negativo. En todo caso puede haber diferencias muy grandes en cuanto al modo de representar esa cuestión. <br /><br />Hegel habló un lenguaje conceptual, pero diversos mitos, desde Shiva a Dionisio, pasando por el descuartizamiento de Osiris por los titanes, etc. (y menciono sólo los que me vienen a mente de modo espontáneo, pero son mucho más) hablan a su manera de esa 'fuerza mágica' de lo negativo. <br /><br />Se trata de lo destructor como factor inherente a lo creativo, la muerte como factor constitutivo de la vida. <br /><br />Si lo vemos así, y nos abrimos a reconocer esa fuerza mágica de lo negativo en otros modos de representación mental (simbólicos, míticos, rituales, etc.) creo que acordarás conmigo en que Hegel no estaba tan descaminado. Es decir, aunque estuviera descaminado en varios aspectos, al menos en ese punto intentó articular una verdad que tiene alcance universal. <br /><br />Como sea, no intento probar nada. Habría que pensar más detenidamente en todo esto. En fin, ¡cuántas cosas para pensar y estudiar mejor! <br /><br />Como sea, la muerte nos ha hecho hablar... Señal de que estamos vivos ;-) <br /><br />Gracias por tu interés, y más aún por tus observacionesMáximo Lameirohttps://www.blogger.com/profile/16032434021701040191noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2044109935887147628.post-5156253653285088832013-11-03T00:39:48.056+01:002013-11-03T00:39:48.056+01:00Enhorabuena, Máximo. He leído varias veces tu entr...Enhorabuena, Máximo. He leído varias veces tu entrada y me parece estupenda. Pero no te voy a proponer reflexiones filosóficas, esa es tu parte del trabajo, sino psicológicas y antropológicas. En primer lugar, una pregunta en el aire para la que no tengo respuesta, pero sospecho que podría seguírsele la pista con los libros de Mircea Eliade, que seguro que se ocupó de esto: ¿por qué tantos y tan distintos pueblos, de tradiciones culturales diferentes, condensan sus rituales y su meditación más intensa sobre la muerte precisamente en estas fechas de noviembre? Apuesto por la teoría de los ciclos de la naturaleza y el cambio de estaciones. Un detalle: supongo que a ti, con la reflexión sobre el sentido mágico de la muerte en Hegel, te habrá pasado como a mí al escribir sobre Drácula, que no has intentado de propósito la concordancia de fechas. En mi caso, cuando ya estaba el texto para publicar, me di cuenta de que coincidía con Halloween. En fin, algo que tenemos asimilado en el inconsciente, supongo.<br />Y fuera de esa pequeña banalidad, algo un poco más serio. Pretendemos para la filosofía occidental un valor universal, como escrita para todo hombre, pero está claro que la experiencia occidental sobre la muerte es solo un modelo entre otros posibles. En muchas culturas animistas, como en la Roma arcaica o en múltiples pueblos africanos, asiáticos o de Oceanía, la muerte no es más que un cambio de estatus hacia un nivel ontológico incluso superior, y esos seres novados siguen teniendo vida activa, así que, para la visión del mundo de sus miembros, no va a servir la negatividad hegeliana en la misma forma que para nosotros, o lo será de forma diferente. He estudiado con cierta atención un caso muy curioso en Madagascar, el ritual de Famadihana. Por si tuvieras interés en conocerlo, te pongo el enlace:http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/06/madagascar-antropologia-y-animacion.html<br />Reflexionando sobre tu excelente texto, me ha venido a la cabeza un sorprendente paralelismo entre la religión cristiana y el ateísmo. A pesar de que son tan distintos, en cuanto al poder de los muertos sobre los vivos se comportan de manera muy parecida y contraria a esas culturas animistas. Para el ateísmo, con la muerte se acaba todo. Y en un determinado sentido, el de la vida material, para los cristianos también. Se entra en una dimensión estrictamente espiritual y, en principio, ningún espíritu puede actuar directa y físicamente en el mundo. Ese privilegio está reservado a unas pocas almas superiores, avanzadas, las únicas capaces de alterar las reglas inexorables del mundo físico, los santos con sus milagros. Esta es la teoría general, expresada de una manera un poco fría pero espero que nadie la encuentre irrespetuosa, porque no es mi intención en absoluto hacer burla de estos dogmas, solo descentrar un poco el punto de observación. Pero en culturas como la de los Merina, en Madagascar, la muerte carece de una dimensión trágica porque no la entienden en absoluto un sentido equiparable al nuestro. Da lo mismo si están equivocados o en lo cierto con esa creencia. Lo que importa es que para ellos no vale nuestra teoría supuestamente universal acerca del poder fundante de la muerte.<br /><br /><br />Encarna Lorenzohttps://www.blogger.com/profile/05946035793931507782noreply@blogger.com